TORREÓN, COAH.- Es cierto, los espectáculos que ofrecieron Armando Manzanero y Alberto Vázquez el fin de año, nada tuvieron que ver. Mientras que el primero enamoró con sus románticas canciones, el segundo desbordó la adrenalina con sus éxitos de los años 60.
Lo que sí es verdad, es que ambos dieron lo mejor de sí en los distintos clubes campestres donde le dieron la bienvenida a 2004. Los laguneros disfrutaron sus actuaciones y ellos, comenzaron rebosantes del cariño que les otorgó su fiel público.
Romántico inicio
¿Qué se necesita para recordar un amor de antaño, viajar en el tiempo con la memoria y “pintar de blanco y negro” el ambiente con tintes de romanticismo? La respuesta: Armando Manzanero.
Hermoso, precioso, bellísimo, esos fueron tan sólo algunos de los adjetivos que rondaban las mesas ocupadas por cerca de 600 asistentes, en la presentación que ofreció el músico la noche del miércoles, en el Club Campestre Montebello.
Los smoking y vestidos largos en colores blanco y negro fueron los atuendos obligados. El ambiente era perfecto para que saliera al escenario el músico, a quien esperaban ansiosamente los laguneros para comenzar juntos las primeras horas de 2004.
En punto de las 10:45 de la noche apareció Manzanero en el escenario, en donde estaba su gran amigo... un piano blanco. El público le brindó un caluroso aplauso y él, en actitud tímida, agradeció con una sonrisa y el tema Adoro.
Al cantar Somos Novios algunas parejas se abrazaron o simplemente se apretaron las manos. “Muchas gracias”, dijo. “Gracias por habernos invitado. Dios los bendiga”, agregó.
Siguieron temas como Esta Tarde vi Llover, Esperaré, Ya lo he Pagado, Como yo te Amé, Te Extraño, No y Voy a Apagar la Luz, entre otras.
Luciendo un traje negro y un vistoso pañuelo rojo en su solapa, el cantante se “agigantó” cuando cantó Contigo Aprendí, melodía en que la gente se animó a realizar coros.
Uno de los temas más festejados de la casi ya medianoche, fue No Sé Tú, canción que se convirtió en un éxito en la voz de Luis Miguel.
“Esta canción la cantó un muchacho muy bien parecido, muy parecido a mí, güero, de ojos azules”, mencionó risueño refiriéndose a “El Sol”.
Faltando dos minutos para las doce de la noche, inició la cuenta regresiva. Los laguneros que acudieron al elegante club para recibir el año nuevo levantaron sus copas y brindaron con Manzanero.
Posteriormente se despidió diciendo “Gracias Torreón, gracias por esta invitación”.
En un 2 x 3
Manzanero es reconocido a nivel internacional.
-Inicio: 10:45 de la noche
-Duración: una hora con 20 minutos
- Músicos: cinco
-El detalle: El contacto con el público entre canción y canción. Manzanero bajaba del escenario para estar más cerca del público.
-Lo chusco: Que mostró su lado “cómico” al hacer algunos chistes de su tierra natal Yucatán.
-Interpretaciones: Más de 20.
-Muy amoroso: Cuando dieron las 12, la primera persona a la que dio un fuerte abrazo, fue a su esposa, quien desde la primera fila lo veía.
FUENTE: El Siglo de Torreón.
“Toneladas” de rock
El bullicio se apoderó del elegante salón del Club Campestre Torreón; el incesante golpeteo de las copas con champagne y los fuegos artificiales le dieron la bienvenida a 2004. Los 700 asistentes brindaban y se fundían en fuertes abrazos... la fiesta estaba en su máximo nivel, pero la adrenalina aumentó cuando, en medio de la oscuridad en que quedaron repentinamente, apareció “El Pecador” más querido de los años 60: Alberto Vázquez.
Eran las 00:15 horas del primero de enero, la orquesta y un espectacular juego de luz y sonido ya lo esperaban; la gritería sobrepasaba los límites del exclusivo lugar. Simple y sencillamente, fue la mejor forma en que pudo comenzar el año el sonorense así como la gente que acudió.
Esa noche tuvo cabida el rock and roll, los temas románticos y la alegría generada por la música. Con sus éxitos 16 Toneladas, Tus Ojos, y demás repertorio logró que los asistentes –en su mayoría adultos- disfrutaran la actuación del artista.
Ya habían pasado varios minutos del espectáculo cuando comenzó el tema que antaño interpretara con Joan Sebastian: la historia de dos muchachos que en su juventud solían llevarle serenata a la misma chica. El tiempo los separó y fue el tiempo el que se encargó de reunirlos otra vez, y esto fue lo que sucedió al reencuentro.
“Amigo, ven te invito una copa, (ya no tomo gracias), no tomas, bien, te invito un café. (Bueno). Que quiero recordar la época loca de ayer cuando teníamos dieciséis...”. Los sonoros gritos no se hicieron esperar, se trataba de Maracas, una de las canciones que más fama le ha dado a Alberto Vázquez.
Él, ataviado con traje oscuro, camisa azul cielo y con su incondicional cigarrillo en mano, se entregó totalmente a su público lagunero. Los complació con Anoche yo me Enamoré y Cuando era un Jovencito... fueron dos horas continuas de música y alegría, las cuales no podían terminar sin el tema más esperado: El Pecador.
Pasaban las 2:00 de la madrugada, y con una gran sonrisa en el rostro, intentó despedirse pero la gente no lo dejó hasta que interpretó la legendaria canción. Finalmente con todos los asistentes de pie, Alberto Vázquez, se retiró triunfalmente.
Le da vuelta a la página
Una palabra fue suficiente para describir el recién concluido 2003: “triste, nada más triste”. La pérdida de su esposa María del Rosario y uno de sus hermanos, fue para Alberto Vázquez una experiencia sumamente dolorosa, de la cual se ha ido recuperando poco a poco.
Pero encontró mayor fortaleza en sí mismo... “No te creas, la fortaleza me la da mi trabajo nada más y mis hijas, pero no soy tan fuerte como pensé; me hace mucha falta mi mujer, me hace falta la gente que quiero y que deja un hueco muy grande... ha sido difícil pero ya lo he superado creo, ya por lo menos pienso distinto que hace unos meses”.
Imaginar las cosas que sus difuntos quisieran de él, es lo que ha ayudado al intérprete a darle mejor cara a la vida, “a ellos les gustaría que hiciera las cosas bien y lo que tengo que hacer”.
Por lo pronto, el sonorense adoptado lagunero, está preparando el concierto que ofrecerá el nueve de mayo en el Auditorio Nacional como parte de los festejos de sus 45 años de vida artística; también el disco que grabará con su nueva compañía Musart.
