“El talento se forja en la soledad; el
carácter, en el torbellino del mundo”.
Johann Wolfgang Goethe
Rodrigo Rato, quien ha visitado nuestro país esta semana, se convirtió en director gerente del Fondo Monetario Internacional en reemplazo del alemán Horst Köhler este pasado mes de mayo. Su derrota fue una consecuencia de la derrota del Partido Popular en las elecciones generales españolas del pasado mes de marzo. De haber ganado los comicios Mariano Rajoy, el candidato popular, Rato seguramente habría sido ratificado en el cargo de ministro de Economía que tuvo a todo lo largo del Gobierno de José María Aznar.
Y la razón es que Rato tuvo un magnífico desempeño en el cargo. A través de una política que incluía un férreo control de las finanzas públicas y una agresiva apertura de la economía, que incluyó una intensa desregulación y la privatización de muchas empresas estatales españolas importantes, el ministro logró una tasa de crecimiento promedio del cuatro por ciento al año, una de las mayores de Europa, al tiempo que redujo la inflación y bajó la tasa de desempleo del 25 al 11 por ciento.
Rato aspiró a ser candidato del Partido Popular a la Presidencia del Gobierno para reemplazar a Aznar, pero perdió en la contienda interna del partido frente a Mariano Rajoy. Se esperaba, sin embargo, que Rajoy, en caso de triunfar, lo ratificara en el cargo de ministro de Economía. La derrota electoral de su partido, unos días después de la masacre de Atocha del 11 de marzo, llevó a los populares a la oposición e hizo posible, paradójicamente, su designación como director gerente del FMI.
Tradicionalmente el cargo de director gerente del Fondo ha sido ocupado por europeos occidentales y, más concretamente, por alemanes y franceses. El nombramiento de Rato es en parte un reconocimiento al papel cada vez más importante que España representa en la economía internacional. Pero también es un homenaje al propio Rato, por la firmeza que ha mostrado en su labor profesional. Cuando era ministro de Economía, de hecho, tuvo fuertes enfrentamientos con los gobiernos de Alemania y Francia por su insistencia en que no se exonerara a éstos del cumplimiento de los compromisos fiscales del sistema monetario europeo simplemente por ser países poderosos.
El trabajo de Rato en el FMI ha sido complicado desde el primer momento. Le ha tocado en particular negociar un acuerdo que permita el rescate de Argentina tras su crisis de pagos de los últimos años. En esa labor ha recibido críticas de ambos lados. El Gobierno y muchos intelectuales argentinos han asumido la vieja retórica que pretende presentar al Fondo como el gran villano responsable del desplome económico del país, sin entender que en todo caso la institución simplemente ha llegado a rescatar a Argentina del desastre generado por largos años de irresponsabilidad financiera en que los Gobiernos gastaron más de lo que tenían.
Muchos economistas ortodoxos, por otra parte, se quejan de que el FMI ha avalado esa irresponsabilidad al otorgar créditos de emergencia a Argentina que han permitido que el país pueda seguir funcionando a pesar de que el Gobierno se ha negado a reconocer las deudas y los compromisos económicos que sus predecesores contrajeron.
Este tipo de fuego cruzado, sin embargo, no es una novedad para el FMI. Durante muchos años se ha presentado al Fondo como el gran monstruo económico del mundo cuando su función, de hecho, es llegar de último momento a rescatar a los Gobiernos que por decisiones equivocadas se han metido a sí mismos en problemas. Países como México habían tenido crisis mucho más dramáticas de las que han sufrido y habrían pagado costos sociales muy superiores, de no haber sido porque el Fondo les otorgó préstamos de emergencia.
Que esos préstamos estén condicionados a mantener políticas económicas sensatas es inevitable. De otra manera se convertirían en un simple proceso de arrojar dinero bueno sobre el malo que habría acabado ya con los fondos de la institución.
Rodrigo Rato no es un hombre carismático, especialmente en estos tiempos en que la política exige personajes telegénicos. Por eso no fue candidato al Gobierno de España. En el FMI, sin embargo, puede tener una función incluso más importante. La institución requiere a un director que tenga la firmeza para mantener sus principios a pesar de todos los ataques en su contra.
Caíto
Finalmente Carlos Díaz, Caíto, no sufrió demasiado tiempo. La muerte en su caso, me dicen, se convirtió en bienvenido alivio. Qué bueno que no se le sometió a esas torturas en que se convierten los prolongados tratamientos de enfermedades terminales. Todos los que lo conocimos queremos recordarlo con su sonrisa amable. Ya nos encontraremos nuevamente, amigo. Y mientras tanto tenemos tus discos.
Correo electrónico:
sergiosarmiento@todito.com
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CONFERENCIA DE SERGIO SARMIENTO
¿A quién beneficia la reelección de Bush?, ¿Es el derroto de Kerry un golpe duro para el Gobierno mexicano?
¿Habrá más cambios en el Gabinetazo?, ¿El PAN seguirá en Los Pinos?, ¿Habrá más escándalos y más implicados en la corrupción?
¿La Reforma Fiscal beneficia a los industriales?, ¿Podrían darse más reformas?, ¿El excedente en el precio del petróleo pagará deuda, pagará sueldos o generará empleos?
¿Cómo podrían comportarse las tasas de interés y el tipo de cambio?, ¿El TLC es renegociable?, ¿Habrá incentivos para las PyMES?, ¿El crédito se reactivará?
¿Hay peligro de rebeldía en el Congreso o de levantamientos sociales?, ¿Cómo se pronostica el México de 2005?, ¿Preocupación u optimismo?, ¿Esperanza o incertidumbre?
Sergio Sarmiento, el columnista más leído de México, analista prestigiado de televisión y conferencista internacional de Latin American Speakers dará respuesta a éstas y otras preguntas en la conferencia magistral:
AMBIENTE SOCIAL, POLÍTICO Y ECONÓMICO, ¿QUÉ NOS PUEDE ESTAR ESPERANDO?
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