Santiago de Compostela, (EFE).- Las extraordinarias habilidades del futbolista brasileño Ronaldo de Asís "Ronaldinho" con el balón brillaron especialmente durante esta mañana en la plaza do Obradoiro, ante la majestuosidad de la Catedral de Santiago, durante la filmación de un espacio publicitario del Xacobeo-2004 para la Liga Nacional de Fútbol Profesional.
La anécdota del rodaje se produjo cuando el astro del balompié del F.C. Barcelona realizaba una serie de "chilenas" ante la fachada de la basílica que da acceso al Pórtico de la Gloria. El director le pidió potencia en su acción y en una de ellas el balón golpeó contra un cristal de la vidriera que rodea la parte superior del portalón, que quedó hecho añicos.
El vidrio que rompió Ronaldinho cuesta alrededor de 1.2 euros, coincidieron fuentes religiosas y de la productora.
Otro momento significativo de la filmación se produjo cuando se acercó a Ronaldinho un niño enfermo crónico interno en el Hospital Clínico Universitario de Santiago cuya mayor ilusión era ver de cerca a su futbolista predilecto. El futbolista brasileño hizo un alto en el rodaje, se acercó a él y le entregó un balón firmado.
Jorge Doporto Calvo, de 13 años, natural del lugar de Souto, en el municipio coruñés de Betanzos, agradeció el gesto de Ronaldinho y besó reiteradamente el balón con el que le había obsequiado.
La filmación del anuncio publicitario del Xacobeo-2004 que la LNFP exhibirá en los intermedios de los partidos oficiales del campeonato español se desarrolló durante casi dos horas en medio de un gran tumulto de aficionados, que aplaudieron continuamente las exquisiteces del futbolista con el balón.
El director del rodaje, Emil Samper calificó de anécdota la rotura de la vidriera y afirmó que "fue por mi culpa, porque yo le pedí a Ronaldinho que imprimiera la mayor potencia posible al balón y él así lo hizo, con la mala suerte de que el impacto dio contra la vidriera".
Explicó que el rodaje trató de recoger principalmente las habilidades de Ronaldinho con un balón, para obtener la mayor dinámica de plano posible, y que el resultado lo considera "altamente satisfactorio".
Concluyó Emil Samper expresando su satisfacción profesional por haber podido rodar "con esta extraordinaria arquitectura del entorno y la magia del maestro Ronaldinho con un balón".
