San Francisco, EU.- Rosie O’Donnell se casó el jueves con su novia de mucho tiempo, adoptando lo que ella llamó una actitud de orgullo para los derechos civiles de los gays en la ciudad en la que otras más de tres mil 300 parejas del mismo sexo se han casado desde el 12 de febrero.
“Quiero agradecer a la ciudad de San Francisco por esta actitud asombrosa que ha tomado el alcalde para toda la gente en esta ciudad, no sólo nosotros, sino las miles y miles de parejas afectuosas que cumplen con la ley”, dijo la ex-conductora de un programa de entrevistas, sosteniendo un gran ramo de flores moradas y amarillas, después de que ella y Kelli Carpenter salieran de su breve ceremonia dentro de la oficina del Alcalde Gavin Newsom.
El jueves más temprano, O’Donnell anunció sus planes de boda en el programa de la ABC Good Morning America, apenas dos días después de que el Presidente Bush pidiera una enmienda constitucional que prohibiera el matrimonio entre gays.
O’Donnell dijo que la petición del presidente fue lo que la inspiró a venir a San Francisco, donde funcionarios del ayuntamiento continúan realizando bodas para parejas del mismo sexo incluso mientras las cortes estatales están considerando la legalidad de esos matrimonios.
“Creo que las acciones del presidente son, en mi opinión, las palabras más viles y odiosas jamás pronunciadas por un presidente en funciones”, dijo en el programa O’Donnell, quien vive en la ciudad de Nueva York. “Estoy impresionada y estoy aterrorizada”.
“Esta enmienda que se propuso me parece muy, muy, muy, muy escandalosa. E inmoral. Y, sabes, si la desobediencia civil es la forma de provocar un cambio, entonces creo que mucha gente estará viniendo a San Francisco. Y espero que alienten a que más personas se casen conforme se presenten aquí. Y espero que todo el mundo se presente”.
O’Donnell y Carpenter, quienes tienen cuatro hijos juntas, caminaron tomadas de la mano por la grandiosa escalera de mármol en la rotonda ante los aplausos estruendosos de espectadores que vinieron a presenciar la primera boda de una pareja célebre del mismo sexo en la ciudad. O’Donnell traía puesto un saco azul pálido, una camisa negra y pantalones negros; Carpenter usó un traje de saco y pantalón color gris.
Mientras el Coro de Hombres Gay de San Francisco cantaba para la pareja con unos cuantos compases de la melodía Going to the Chapel, O’Donnell sonrió y dijo, “De verdad lo hicimos. Nos casamos”.