Y la compra de la Hacienda de San Lorenzo de La Laguna
En 24 de abril de 1848, se firmó en Saltillo la escritura de compra-venta de la hacienda de San Lorenzo de La Laguna, entre los señores Jacobo Sánchez Navarro en representación de su hermano Carlos, como vendedor y los señores Leonardo Zuloaga y Juan Ignacio Jiménez, como compradores; dicha propiedad estaba situada en la demarcación de Viesca y Mapimí.
Con esta operación se marcó en la historia nacional, el nacimiento de la posteriormente llamada Comarca Lagunera ?antes solamente La Laguna? que aunque ya existía físicamente no estaba bien delimitada y de ese tiempo a la fecha empezó a tomar importancia como un centro agrícola y ganadero, que en el Siglo XX llegaría alcanzar los primeros niveles en esos ramos económicos y cuyo núcleo operacional fue la más novel de sus fundaciones, que se situó en el punto más occidental de la antigua misión de Parras y La Laguna; sitio al cual sus primeros pobladores que fueron los campesinos de los ranchos aledaños pertenecientes a Zuloaga en la misma hacienda de San Lorenzo de La Laguna le empezaron a llamar ?El Torrión? como un punto de referencia en el devenir de sus quehaceres cotidianos.
Cuatro años después, esto es el ocho de febrero de 1852, los nuevos propietarios de San Lorenzo de La Laguna, se presentaron ante el juez divisor de San Sebastián para repartirse justa y equitativamente la mencionada propiedad, lo cual así se hizo, quedando para Zuloaga la porción situada en el Estado de Coahuila y para Jiménez la franja del lado Durango. División que en el ámbito regional precisó claramente el nacimiento del rancho del Torreón y el de la hacienda de Santa Rosa ?Gómez Palacio-.
Antes de continuar relatando aquellos primeros años del Torreón, es necesario hacer un paréntesis para conocer algunos datos biográficos de su fundador y en este caso nos referiremos a don Leonardo Zuloaga Olivares. Personaje que nació en la villa de Ceánuri, lugar situado en la provincia de Vizcaya, muy cerca y al sureste de Bilbao. El nacimiento ocurrió el seis de noviembre de 1806, fueron sus padres Pedro Zuloaga y Luisa Olivares; matrimonio -que según lo que hemos podido investigar- procreó también a Pedro, Ramón y Marta.
En el tiempo de los primeros años de la vida de Zuloaga, la Madre Patria se vio convulsionada por diversos y difíciles acontecimientos políticos; por un lado sucedió el pleito entre Carlos IV y su hijo Fernando por el trono de España; por otro lado se dio la invasión francesa y la usurpación del trono por parte de José Bonaparte y por último continuó el eterno pleito con sus vecinos de Inglaterra.
Bajo ese clima de inestabilidad y con el retorno de los Borbones al poder en 1812, vino la consecuente huida de los liberales de España y es de creerse que la familia Zuloaga fue de esa corriente política y los padres decidieron enviar a sus hijos fuera del peligro y la represión, y éstos tuvieron que abandonar su tierra natal para dirigirse hacia la Nueva España. Ese traslado debe haberse dado entre 1813 y 1816, cuando Leonardo era aún un niño.
Ya en tierras novo-hispanas, los Zuloaga Olivares se dirigieron a Durango capital, en donde vivieron por algún tiempo. En 1827 cuando el gobierno del México independiente decretó la expulsión de los españoles del territorio nacional, Leonardo -que ya contaba con 21 años de edad- y sus hermanos, obtuvieron de dicho gobierno, su carta de ciudadanía y lograron de alguna manera quedarse por acá. Posteriormente sus hermanos Pedro y Ramón se dirigieron a Chihuahua en donde se establecieron y se dedicaron a la agricultura y a la ganadería; su hermana Martha se casó en Durango con Juan Fierro y allí vivió hasta que murió; y por último Leonardo tomó el rumbo de La Laguna con dirección a Parras y Saltillo.
En el mes de octubre de 1834, Leonardo contrajo matrimonio con María Luisa Ybarra Goribar, dama originaria de Saltillo pero avecindada en Parras desde muy pequeña. En el tiempo de la boda, Zuloaga tenía 28 años y Luisa 22. Esta última era hija de Manuel Ybarra y de Isabel Goribar Arrieta y fueron sus hermanos: Candelaria, Juana, Justina y Manuel. Su padre era también originario de Saltillo y fue un próspero hombre de negocios que logró adquirir en los primeros años del Siglo XIX la hacienda de San Lorenzo de Parras o hacienda de Abajo, que pertenecía en ese tiempo a Juan Lucas de Lazaga.
La familia de Luisa Ybarra, realmente tenía un reconocimiento regional de poderío económico; y se sabe que en su juventud, ella y algunos de sus hermanos viajaron a los Estados Unidos para tener conocimiento de su idioma y de sus costumbres. Todavía en el año de 1846, cuando tenía efecto la guerra México-norteamericana alguno de los jefes de los ejércitos del norte que por acá estuvieron, expresó refiriéndose a la familia de Luisa, que los hermanos Ybarra, acaudalados propietarios de la hacienda de San Lorenzo, les habían abierto las puertas de su residencia, la cual parecía un castillo.
Continuamos en el próximo domingo con la vida y obra de don Leonardo Zulaoga...