Cuando leí la magnífica investigación de Juan Puig sobre la matanza de ciudadanos chinos ocurrida en nuestra ciudad, me llamó la atención que la dirección que da sobre el lugar donde se encontraba la Compañía Bancaria y de Tranvías Wah Yick, no es, como yo lo esperaba, sobre la avenida Juárez sino sobre la Hidalgo, en el número 1110, contigua al almacén El Puerto de Shangai también propiedad de orientales. Atribuí la ?confusión? a que el maestro Puig no conocía nuestra ciudad. Pero cuando hace el recuento de cadáveres, el mayor número de ellos (69) se encontró precisamente en la avenida Hidalgo, mientras que por la Juárez había 11 cuerpos que si los sumamos a los 36 encontrados por la calle Valdés Carrillo nos dan un total de 47. Para aclarar mi confusión consulté el Directorio Político, Profesional de Artes y Mercantil de La Laguna editado por Teófilo Acosta en 1908. En él, la Compañía Bancaria y de Tranvías Wah Yick tiene como dirección la esquina de Hidalgo y Cepeda, la misma que da Puig, aunque hay que aclarar que hay un desfase de tres años entre ambas fechas.
En una plática con don Emilio Herrera, relató que en la década de los treinta, cuando él trabajaba, en Los Precios de México con domicilio en Hidalgo y Cepeda, por la acera de enfrente se encontraba la Zapatería Tueme. Una tarde, él trabajaba frente a una de las ventanas del piso alto que daban hacia la calle Cepeda, y su labor fue interrumpida por los gritos de un hombre que salió corriendo de la zapatería diciendo que se le había aparecido un chino. Nadie se sorprendió ya que era de todos conocido que en aquel lugar se encontraba ubicada la Compañía Wah Yick en el momento en que las tropas maderistas tomaron de ciudad en 1911 y hubo en él un gran número de muertos.
En una posterior visita al Archivo Histórico Genaro Estrada de la Secretaría de Relaciones Exteriores, la consulta de los expedientes de la reclamación hecha por el gobierno chino a nuestro país, se corrobora lo afirmado por Puig. El expediente 13-2-34, en donde se encuentran los testimonios de los perjudicados por el asalto maderista, hay uno de un comerciante chino, Hay Sing, quien declaró que cuando levantó el acta de los hechos ocurridos el 15 de mayo de 1911, tenía depositados 200 sacos de maíz en uno de los pasillos o corredores de la casa número 408 de la calle Cepeda de esta ciudad donde tenía sus oficinas la Compañía Bancaria y de Tranvías Wah Yick, S. A. trayéndole una pérdida de mil doscientos pesos. En otro testimonio, Woo Lampo, representante de Kan Yow Wei, propietario de la casa donde se encontraba el Banco Chino, sita en la esquina de Cepeda e Hidalgo, en una carta dirigida a la Junta de Investigación, fechada el 20 de junio de 1911, manifestó que en su reclamación del día primero no consideró el valor de puertas, ventanas y vidrieras rotas del edificio propiedad de Kan Yow Wei.
El mismo Woo Lampo, también gerente de la Compañía Bancaria y de Tranvías Wah Yick, en dicha reclamación, estimó las pérdidas que sufrió la compañía en ciento cincuenta mil pesos. En el mismo documento además de describir los destrozos sufridos relató que luego de hacer dicha inspección fue al ?edificio conocido como Banco Chino, sita en la esquina de Juárez y Valdés Carrillo?, y describió los estragos sufridos por el edificio, piso por piso. Para que diera fe de los destrozos, el gerente Woo Lampo, pidió al notario público Anacleto Martínez diera fe de los destrozos del ?edificio conocido como Banco Chino, cito en la esquina noreste de Juárez y Valdés Carrillo.
De estos testimonios se desprende que uno era el edificio donde tenía sus oficinas la Compañía Bancaria y de Tranvías Wah Yick y otro era el edificio conocido como Banco Chino. Al parecer, la Compañía Wah Yick, no trasladó sus oficinas al edificio de Juárez y Valdés Carrillo cuando fue terminado y le rentó el piso bajo al Banco de La Laguna que todavía no tenía edificio propio. En noviembre del año anterior, la compañía Wah Yick había concertado un crédito hipotecario por sesenta mil pesos con los hermanos Antonio y José Ruiz Lavín y ello debe haber influido en la decisión de rentar el edificio y dejar en Hidalgo y Cepeda las oficinas propias.
Antonio Ramos Pedrueza, investigador comisionado por el presidente Francisco León de la Barra, expuso en sus conclusiones que ?el moso (sic) del Banco de La Laguna, Domingo García, establecimiento situado en la parte baja del edificio llamado Banco Chino, me aseguró ser mentira que los chinos asesinados en este edificio hubieran hecho la menor resistencia; igual afirmación me hizo el conserje del edificio llamado Club de la Asociación Reformista del Imperio Chino, lugar a donde fueron asesinados 19 chinos que se encontraban escondidos en una pequeña pieza?. Además de la referida Asociación, en el piso dos se encontraba la Asociación Comercial China de Torreón de la cual también era presidente Woo Lampo y en la cual se reportó una pérdida de cinco mil quinientos pesos en muebles. En otros testimonios se contabilizaron un total de 36 orientales muertos en cada uno de los dos edificios, aunque hay que precisar que el total de chinos asesinados, según las investigaciones fue de 303.
De los anteriores documentos y testimonios podemos concluir que en el momento de los trágicos acontecimientos de mayo de 1911, el edificio de Juárez y Valdés Carrillo ya era conocido como Banco Chino, por haber sido miembros de esa colonia los dueños del inmueble, pero las oficinas de la Compañía Bancaria y de Tranvías Wah Yick se encontraban en Hidalgo y Cepeda y que en ambos lugares fueron cruelmente asesinados ciudadanos chinos que en ellos buscaron refugio.
A pesar de que sus oficinas continuaban en Hidalgo y Cepeda, la compañía usaba la imagen del Banco Chino en su papel membretado. Instituto Estatal de Documentación.
