Apoyan familiares a Saddam Hussein a la resistencia iraquí, aseguran.
EL SIGLO DE TORREÓN / AGENCIAS
BAGDAD, IRAK.- En las últimas semanas Estados Unidos a realizado cruentos bombardeos en la ciudad de Fallujah, en búsqueda del líder de Al Qaeda en Irak: Abu Musab al Zarqawi. Sin éxito hasta el momento los ataques han dejado una estela de dolor en la ciudad en donde decenas de personas han muerto por las operaciones, entre ellas varias mujeres y niños.
Ayer al menos quince personas murieron ayer en un nuevo bombardeo aéreo estadounidense contra la ciudad, informó el canal de televisión árabe por satélite Al Arabiya.
La emisora, que cita a su corresponsal en la ciudad, indicó que el ataque tuvo lugar contra una vivienda en el barrio de Al Shuhada.
Un periodista iraquí en Fallujah, Abderrahman al Isaui, citado por Al Arabiya, afirmó que los cadáveres de ocho muertos han sido trasladados al hospital de la ciudad, mientras que siguen las operaciones de búsqueda de otros cadáveres bajo de los escombros de la vivienda atacada.
“Se trata de un bombardeo realizado por un avión militar norteamericano, y uno de los misiles lanzados no hizo explosión y se encuentra en el lugar del ataque”, aseguró Isaui a la emisora.
También afirmó que entre las víctimas “hay mujeres y niños, incluido un anciano de 65 años”.
Estados Unidos (EU) ha decidido recientemente aumentar de diez a 25 millones de dólares la recompensa por información que lleve a la captura de Zarqawi.
La cabeza de Zarqawi vale con este aumento tanto como valía la del propio Sadam Husein, capturado en diciembre pasado, y que el pasado jueves compareció por primera vez, junto a once altos cargos de su régimen, ante un juez iraquí.
Ayer por la mañana, el piloto de un helicóptero médico estadounidense resultó herido al ser blanco el aparato de un ataque de insurgentes en un área próxima a Fallujah.
Según fuentes militares norteamericanas, el aparato fue dañado en el ataque, en el que se utilizaron armas ligeras y lanzagranadas, pero el piloto logró aterrizar en una zona del noroeste de dicha ciudad conflictiva.
Durante el mes pasado se intensificaron los ataques insurgentes que pretendían desestabilizar al país antes de la entrega del poder al nuevo Gobierno, el jueves 24 Irak sufrió una mortífera oleada de atentados coordinados en varias ciudades, en donde al menos 100 personas murieron y centenares resultaron heridas.
Ayer el diario norteamericano “The New York Times”, aseguró que varios primos del depuesto presidente Saddam Hussein que viven en el extranjero introducen armas, personas y dinero en Irak para ayudar a los rebeldes opuestos a la presencia de tropas extranjeras en el país.
El periódico afirma que las operaciones son realizadas por al menos tres primos del antiguo presidente iraquí que pertenecen a la familia Al-Majid y residen en Siria y Europa.
El diario basa esta información en entrevistas con fuentes del Gobierno estadounidense no identificadas y declaraciones de Samir Shaker Mamud al-Sumeidi, ex miembro del Consejo de Gobierno de Irak, un órgano creado por EU y reemplazado la semana pasada por el nuevo Gobierno interino.
Las fuentes estadounidenses dijeron al diario que las agencias de inteligencia de su país han detectado movimientos sospechosos de dinero y bienes, incluyendo transferencias de efectivo a Siria, a donde huyó el año pasado Fatiq Suleiman al-Majid, uno de los primos de Husein y ex miembro de su servicio especial de seguridad.
La familia a la que pertenecen tenía un lugar prominente durante el régimen de su pariente y los primos tienen acceso a decenas de millones de dólares en el extranjero, acumulados tras la venta ilícita de petróleo y armas, según las fuentes citadas por el diario.
Otro de los primos de Husein presuntamente implicados en esta red es Izadin al-Majid, mientras que el tercero no fue identificado por el periódico neoyorquino.
Izadin al-Majid escapó de Irak en 1995 con su primo Husein Kamel al-Majid, que era cuñado de Sadam Husein.
Husein Kamel volvió a Irak el año siguiente y fue asesinado, mientras que Izadin al-Majid se quedó en Gran Bretaña, donde recibió asilo político.
Izadin al-Majid negó en una conversación telefónica con los periodistas de “The New York Times” que apoye a los rebeldes.
LA ÚLTIMA GOTA DE SANGRE
El clérigo radical shii Muqtada al Sadr, instigador de una cruenta insurrección el pasado abril, volvió a amenazar a las tropas de ocupación en Irak e instó a sus partidarios a seguir con la lucha “hasta la última gota de sangre”.
En un comunicado distribuido el domingo por la noche por miembros de su oficina en la ciudad santa shii de Nayaf, el religioso también tildó de “ilegitimo e ilegal” al nuevo Gobierno de transición, y de nuevo exigió “elecciones libres que devuelvan la verdadera soberanía al pueblo iraquí”.
“Instamos a todos los iraquíes y a todos los ciudadanos del mundo a proseguir la resistencia contra la opresión y la ocupación hasta la última gota de su sangre”, afirma el documento.
“La resistencia es un derecho legítimo y no un crimen que deba ser castigado”, subraya.
El pasado 28 de marzo, el joven clérigo hizo estallar una revuelta en todas las ciudades shiies iraquíes que costó la vida a decenas de personas y puso en jaque durante más de un mes al Ejército estadounidense.
La insurrección concluyó con un acuerdo de alto el fuego entre las tropas de ocupación y “el Ejército del Mahdi”, la milicia armada que controla Al Sadr.
“No hay acuerdos con los ocupantes, ni con aquellos que colaboran con ellos. Decimos que el actual Gobierno es ilegítimo e ilegal, porque sigue los pasos de los ocupantes”, asegura la nota.
“Nuestra demanda es la soberanía absoluta y la independencia alcanzada a través de elecciones libres”, apostilla.
El documento supone un giro completo en la política de Al Sadr, quien el pasado 12 de junio había ofrecido su colaboración al Gobierno del primer ministro, el también shii Iyad Alawi, a condición de que trabajara para acabar con la ocupación.
Posponen amnistía para insurgentes
El Gobierno interino de Iraq ha pospuesto por período indefinido un anuncio sobre las nuevas medidas de seguridad, entre las que se encuentra una amnistía para insurgentes que no hayan cometido crímenes, un portavoz del primer ministro interino Ayad Allawi.
Un día antes, el primer ministró exprezó su intensión de promover un perdón para la resistencia contra las fuerzas de ocupación de Estados Unidos y las autoridades iraquíes establecidas por éstas, la cual no ampararía a acusados de crímenes graves y asesinato.
Según las autoridades, el perdón solamente sería concedido a la amnistía a quienes hayan sido “engañados” para unirse a las filas de los insurrectos.
Sin embargo, la propuesta había suscitado muchas interrogantes, entre ellas los beneficiarios del perdón y sobre cuán estricto sería.
El Gobierno interino confía con emplear una amnistía limitada para debilitar los lazos entre los ex militantes del Partido Baas del depuesto régimen de Saddam Hussein y los insurgentes extremistas, cuya alianza parece fortalecerse cada vez más.
Fuentes oficiales iraquíes han dicho que una amnistía podría beneficiar a unos cinco mil partidarios del régimen de Saddam que presuntamente están involucrados en la resistencia contra las tropas de ocupación estadounidenses y el gobierno interino iraquí.
Las medidas de urgencia en materia de seguridad, incluyen también la imposición de toques de queda, serán desveladasen los próximos días, según ha anunciado el consejero de seguridad nacional iraquí, Muaffak Rubai.
Rubai explicó que algunas de estas medidas consistirán en la restricción de circulación y en “detenciones preventivas” durante los registros que efectúen las fuerzas de seguridad en caso de que haya fuertes sospechas sobre los implicados.
También adelantó que los tribunales estarán abiertos los siete días de la semana para permitir al Ministerio del Interior y a la policía obtener las órdenes de detención. Además, los toques de queda se impondrán “por un periodo limitado y en algunas regiones”, avalados previamente por el Consejo de ministros, el presidente y los dos vicepresidentes del país, ha añadido.
EXIGEN SU MUERTE
Kurdos iraquíes exigen en Halabja, Irak, que el ex presidente Saddam Hussein y su primo Ali Hasan Al Majid, también conocido como “Alí el Químico”, sean sentenciados a muerte por un ataque con gases venenosos que mató a cinco mil personas el 16 de marzo de 1988.
*Ayer el Gobierno de Irán aseguró que prepara su acusación contra el ex mandatario por la guerra que éste lanzó contra ese país en 1980 y la utilización de armas prohibidas.
*Según las cifras oficiales, 45 mil soldados iraníes que fueron alcanzados por esas armas están siendo tratados actualmente.
*Oficialmente, más de 200 mil soldados iraníes murieron durante la guerra, pero según algunos cálculos occidentales el número de muertos iraníes e iraquíes podría sobrepasar el millón.
FUENTE: AGENCIAS