EFE
VIENA, AUSTRIA.- Austria se encuentra sacudida por un escándalo sexual originado en un seminario católico cercano a Viena en el que se han descubierto miles de fotos de pornografía infantil y prácticas homosexuales, además de películas de vídeo de contenido erótico.
La situación salió ayer a la luz en un reportaje del semanario “Profil”, que menciona la existencia de unas 40 mil fotos y publica imágenes del antiguo vicerrector del seminario de Sankt Poelten, Wolfgang Rothe, besando en la boca a un seminarista en una actitud nada casta.
En otra se observa al rector, Ulrich Kuechl, que recientemente renunció a su cargo, posando su mano derecha en la zona genital de otro seminarista mientras mira al objetivo de la cámara.
La policía ha confirmado que hace varios meses decomisó decenas de miles de fotos pornográficas halladas en los ordenadores de algunos estudiantes del seminario, ubicado a 80 kilómetros de Viena, mientras que la fiscalía austríaca ha reconocido la existencia de unas diez mil imágenes de ese tipo.
Poco después de conocerse los hechos, el obispo de Sankt Poelten, Kurt Krenn, conocido por su talante ultraconservador, afirmó en un programa religioso de la televisión pública que había visto dos fotos del anterior encargado del centro besando a un alumno pero rechazó que esa actitud tuviera algo que ver con la homosexualidad.
“Son chiquilladas de adolescentes”, aseguró Krenn, quien afirmó que lo que reflejaban las fotos eran “sentimientos especialmente cariñosos”.
Uno de los implicados, Rothe, es en la actualidad el secretario personal de Krenn, por lo que la clase política no ha dudado en pedir cuentas al obispo, exigiéndole que abandone el cargo.
El reportaje de “Profil” asegura que existen instantáneas en las que se muestran orgías y juegos sexuales, y que la pornografía infantil provenía de portales de Internet situados en el extranjero, versión que coincide con lo explicado hasta ahora por la policía.
El opositor partido socialista solicitó ayer a través de su portavoz, Hannes Jarolim, esclarecer hasta el final el caso, mientras que Los Verdes han asegurado que coleccionar pornografía infantil no puede ser tachado como una simple “chiquillada”.
La Conferencia Episcopal Austríaca, que ha afirmado que “todo lo que tenga que ver con la práctica de la homosexualidad o la pornografía no tiene cabida en un seminario para sacerdotes”, anunció ayer el inicio de una investigación interna.
Pero el obispo Krenn, a pesar de haber cosechado grandes críticas tanto de políticos como de la propia Iglesia por su intento de quitar hierro a los hechos, declaró hoy a los medios de comunicación que no piensa abandonar su cargo.
Entretanto, los comentaristas políticos afirman que hay que distinguir, por un lado, los hechos criminales como la pornografía infantil y la pedofilia, que tienen consecuencias legales, y por otro, los actos homosexuales entre adultos, en los que se plantea la cuestión del celibato y de la disciplina eclesiástica.
