Orlando Silva abordó el vuelo 131 de Cubana de Aviación, que partió a las 10:25 horas tras ser declarado persona non grata.
03 de mayo de 2004
México, D.F., (Notimex).-El consejero politico de la embajada de Cuba en México, Orlando Silva, salió esta mañana rumbo a su país, luego de ser expulsado por autoridades mexicanas que lo declararon la víspera, como persona non grata.
Por otro lado, la embajadora de México en Cuba, Roberta Lajous, arribó al Aeropuerto de la Ciudad de México (AICM) alrededor de las 10:00 horas de este lunes, confirmó la Cancillería.
Esta mañana, el canciller Luis Ernesto Derbez afirmó que Estados Unidos no influyó para que México decidiera expulsar al embajador cubano en el país y el sólo pensarlo es "insultante".
"El gobierno de México no está declarando una ruptura de relación (con Cuba), el gobierno mexicano está haciendo un planteamiento muy claro de que nos preocupa que se estén haciendo afirmaciones... (sobre las razones) por las cuales México toma acciones tanto en política exterior como en política interior", dijo el canciller en entrevista en la radiodifusora W Radio.
Añadió que "estamos a años luz de distancia desde el punto de vista del gobierno mexicano" de un rompimiento de relaciones diplomáticas con Cuba.
Interrogado sobre el papel que habría jugado Estados Unidos en la decisión mexicana, Derbez dijo tajante que "absolutamente ninguno".
"Es absolutamente insultante que la gente piense que el gobierno de México va a estar consultando, hablando o preguntándole a cualquier país de cualquier parte lo que va a hacer en política exterior", subrayó.
Durante el anuncio de México el domingo, Derbez dijo que las relaciones se redujeron al nivel de oficinas de negocios. Añadió que el consejero político de la embajada cubana Orlando Silva era declarado "persona non grata" y le ordenó la salida inmediata del país.
Derbez no precisó el lunes las razones precisas para sacar a Silva de México y sólo dijo que "hay una cierta evidencia de que el señor estaba tratando de hacer acciones políticas y por lo tanto no corresponde a su papel como consejero".
La decisión mexicana fue el último eslabón de una cadena de hechos que comenzó la semana pasada con la deportación de Cuba del empresario de origen argentino y nacionalizado mexicano, Carlos Ahumada, quien desató un escándalo de corrupción en el país.
Para anunciar su deportación, la cancillería cubana emitió un comunicado en el que afirma que el escándalo desatado por Ahumada tenían una "incuestionable connotación política", lo cual provocó que México enviara una nota diplomática a la isla.
A esto se sumó una declaración el sábado pasado del presidente cubano Fidel Castro, quien criticó a México y Perú porque votaron en su contra en la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y afirmó que en el caso mexicano su prestigio ganado en Latinoamérica y el mundo quedó convertido "en ceniza".
Para el gobierno mexicano, estas acciones "resultan inexplicables a la luz de la existencia de todos los canales diplomáticos que han estado siempre abiertos para permitir el diálogo y la promoción de las relaciones entre nuestros pueblos y gobiernos".