14 de febrero de 2004.
Puerto Príncipe, (EFE).- La familia del presidente de Haití, Jean Bertrand Aristide, ha abandonado de forma imprevista el país hacia Estados Unidos, lo que ha incrementado la incertidumbre en la crisis política del país.
La primera dama, Mildred Trouillot, sus dos hijas menores y su madre abandonaron Haití en un avión comercial con destino a Fort Lauderdale, en Miami, para asistir, según versiones no oficiales, a un funeral, aunque no ha sido confirmado en fuentes gubernamentales.
La noticia de este viaje se produjo horas después del secuestro por desconocidos de un familiar de la primera dama y de una rueda de prensa del primer ministro, Yvon Neptune, en la que aseguró que su Gobierno controlaba la situación frente a la insurrección registrada en el norte del país.
El familiar de Mildred Troullot secuestrado es Luigi Leroy, de 14 años, nieto de Matilde Flambert, quien fue ministra de Asuntos Sociales de Aristide en la década de los años 90 y es tía de la esposa del presidente.
Por el rescate del joven sus captores exigían 600 mil dólares, según emisoras haitianas que han informado de este suceso que ha venido a aumentar la tensión en el país caribeño.
Al menos 50 personas han muerto en disturbios y manifestaciones de grupos de la oposición, que exigen la salida del gobierno de Aristide, a quien acusan de ser el causante de la crisis económica y social.
En su rueda de prensa con periodistas extranjero, Neptune aseguró el viernes que el Gobierno mantiene el control del país, a pesar de la ocupación por rebeldes armados de Gonaives y otras ciudades del norte, donde sigue la tensión.
Neptune reiteró que, en el caso de Gonaives, donde surgió una insurrección popular el 5 de febrero, la policía hizo una "retirada estratégica" para no causar "víctimas" entre la población civil del norte, por quienes expresó su inquietud.
Agregó que el gobierno está dispuesto a trabajar con los organismos internacionales para coordinar la administración de ayuda humanitaria a la población.
El responsable del Programa Mundial de Alimentos en Haití, Guy Gauvreau, declaró en Puerto Príncipe que la inseguridad es el mayor problema que afrontan los organismos de ayuda humanitaria para prestar asistencia.
Gerald Gomez, que encabeza una delegación de la ONU, destacó también la necesidad de abrir un puente para llevar ayuda humanitaria a los pueblos del norte de Haití, en especial a Gonaives.
Para distribuir esa ayuda, Gomez exhortó a otros organismos internacionales, como la Cruz Roja, a unirse al esfuerzo que emprenderá la semana próxima.
Asimismo, Gomez adelantó que un barco con diversos suministros arribará a Haití la semana próxima para ser distribuidos a los más necesitados en este país caribeño, el más pobre de América.
Mientras, la oposición, que ha convocado una nueva marcha para el domingo en la capital, ha criticado la visita de Gauvreau y de otros representantes de la ONU por no reunirse con algún miembro de los grupos opositores a Aristide.
La situación de Haití también fue abordada el viernes Washington por el secretario de Estado de EU, Colin Powell, y los líderes la comunidad del Caribe (CARICOM) que advirtieron que no aceptarán un nuevo Gobierno que surja de un golpe de Estado.
"Cualquier cambio en Haití debe realizarse por medios constitucionales", dijo el actual presidente del Caricom, el ministro de Relaciones Exteriores de Jamaica, Keith Knigh.