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Saltillo festeja 27 años de historia

MAGDALENA GUARDIOLA

EL SIGLO DE TORREÓN

SALTILLO, COAH.- A sus 427 años, la ciudad de Saltillo aún guarda entre sus calles diversas historias que entretejieron la vida de sus habitantes y que siguen presente en los relatos que los abuelos heredan a sus nietos.

La historia dice que la fundación de la Villa de Santiago del Saltillo se dio un 25 de julio de 1577 en lo que hoy se conoce como el Barrio del Ojo de Agua, ubicado al sur de la cuidad por el capitán español Alberto del Canto.

Y se le dio ese nombre debido a que del terreno rocoso salía un ?saltillo de agua?, que en diferentes ocasiones sirvió para saciar la sed de los soldados a cargo de Alberto del Canto cuando éste tenía que viajar desde Zacatecas hasta San Luis Potosí.

Difícil situación vivieron los primeros habitantes de Saltillo, pues eran atacados constantemente por indios borrados, nacahuos y huachichiles; éstos últimos comandados por un guerrero de nombre Zapalinamé, cuyas hazañas fueron del agrado de sus dioses y lo dejaron plasmado en una sierra que hoy lleva su nombre.

Hoy, el lugar donde se fundó la Villa de Santiago del Saltillo tiene edificada la parroquia del Ojo de Agua y el líquido que corre por sus entrañas es considerado milagroso y hasta bendito, por quienes son fieles al Cristo al que le fue erigido ese templo.

Desde su atrio puede apreciarse la belleza y majestuosidad de una ciudad con aún restos coloniales, que guardan en sus casas y callejones del siglo antepasado un sin fin de mágicas historias que envuelven a cualquiera.

A un costado de la parroquia del Ojo de Agua se localiza el barrio que lleva el mismo nombre del templo y donde sentado en las afueras de su casa sobre una mecedora bajo la sombra, don Isidro cuida a sus nietos del ?monstruo? que habita en las entrañas de Saltillo.

?Sí, aunque usted no lo crea cuando yo era niño mis padres que también vivían aquí me impedían salir solo de mi casa, pues aseguraban que por las noches el suelo dejaba escuchar ruidos que erizaban la piel?.

Dice don Isidro que desconoce el sonido de los ruidos porque él estaba muy pequeño, sin embargo, cuenta que los comentarios de su padre los describían como quejidos de un animal hambriento.

Días y noches los ruidos nocturnos que salían del interior de las rocas que sostienen la iglesia dejaron sin dormir a los habitantes del lugar, pues eran tan fuertes que hubo quien no soportó y casi al amanecer salió con una antorcha a asomarse a una cueva de donde brotaba el agua.

?Ese día sólo se escuchó un grito y los vecinos salieron de sus casas, mi papá dijo que don Vicente estaba desmayado cerca de la cueva y comentó que cuando éste despertó les contó que no pudo alcanzar a ver mucho, pero que dentro del monte donde está la iglesia había un monstruo que tenía forma de toro porque alcanzó a ver sus cuernos?.

Crédula o no, la gente que habitaba por el lugar decidió alejarse de la cueva y no salir de sus casas cuando el sol se había ocultado.

Tiempo después, por la tarde los vecinos escucharon un grito y al salir de sus viviendas sólo alcanzaron a ver cómo un inmenso lagarto llevaba en su hocico a una pequeña, la cual desapareció en el interior de la cueva y nunca nadie supo de ella.

?Pues yo no sé si ese animal todavía esté por ahí, pero no voy a dejar a mis niños solos?, dice don Isidro pensativo.

Misterioso guerrero

Pese a que los historiadores de la localidad carecen de datos acerca del guerrero Zapalinamé, aún existen descendientes del indio que hizo ver su suerte al capitán español Alberto del Canto y a sus soldados.

Pues según cuentan, Zapalinamé era tan inteligente que sabía los tiempos de cosecha de los habitantes de la Villa y justo el día de levantar lo sembrado, aparecía y les robaba parte importante de los alimentos.

Esto sin contar que cuando ponían resistencia, los secuestraba y frente a los de su raza con un hacha golpeaba la frente y arrancaba el cuero cabelludo de su adversario, para luego cabalgar de regreso a su campamento.

Inician fiestas del Santo Cristo

Las fiestas religiosas del Santo Cristo de la Capilla de Saltillo iniciaron el miércoles, luego de que se realizó la ceremonia de descenso de la sagrada imagen para ser trasladada hasta la Catedral.

El obispo, Raúl Vera López, manifestó que las festividades, que se realizan desde hace 396 años, concluirán hasta el seis de agosto próximo, con la fiesta del patrono de Saltillo.

Indicó que durante el novenario del Santo Cristo de la Capilla, se efectuarán mismas especiales dedicadas a campesinos, jóvenes, niños, religiosas y obreros, entre otros.

Precisó que para el seis de agosto se tiene programado llevar a cabo diversas actividades desde temprana hora, las cuales concluirán hasta las 22:00 horas con juegos pirotécnicos.

El obispo de Saltillo, mencionó que el Santo Cristo de la Capilla es venerado desde el año 1608, luego de que el capitán Santos Rojos, lo adquirió en 1607 en la feria de Jalapa, Veracruz.

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