EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Dos agentes de la Policía Ministerial con destacamento en Matamoros, Coahuila, resultaron gravemente lesionados cuando la unidad oficial que tripulaban se estrelló en el costado de un autobús de pasajeros luego de cumplimentar una orden de aprehensión en el ejido El Cambio. El detenido también está herido.
Enrique Martínez Sifuentes, de 38 años de edad y su compañero Juan Alvar Zúñiga, de 35, ambos efectivos ministeriales de dicha población, permanecen internados en el Sanatorio Español desde el miércoles, tras el accidente que sufrieron ese mismo día.
De acuerdo a datos proporcionados por la Policía Preventiva del Estado (PPE), que tomó conocimiento de los hechos, el percance se registró aproximadamente a las 14:10 horas del siete de enero del año en curso en el camino de terracería a El Cambio, entronque con la carretera estatal No. 64, ramal al ejido La Partida, de este municipio.
Los ministeriales regresaban de haber cumplimentado una orden de aprehensión en el poblado El Cambio, municipio de Matamoros, circulando por el camino vecinal con exceso de velocidad.
Al tomar la carretera, debido a la gravilla de la rúa, el conductor, Enrique Martínez Sifuentes, pierde el control de la unidad y se va a impactar de frente en el costado de un autobús que transitaba por ahí.
El autobús, marca Roadking de México, color blanco, modelo 2002, placas 776726 del servicio público local, manejado por Jesús Díaz Maciel, de 32 años, vecino del ejido Emiliano Zapata, aparece como responsable en el croquis de la Preventiva Estatal.
Fue necesaria la presencia de los bomberos que acudieron con las llamadas “Quijadas de la vida” para poder rescatar a los dos agentes, quienes quedaron prensados en el interior de la cabina, entre los hierros retorcidos, debido al fuerte impacto que tuvieron.
De igual forma, Javier Varela Ramírez, de 31 años, con casa en el ejido El Fénix, quien iba en calidad de detenido, también resultó con diversas lesiones.
En el medio policíaco se critica este incidente, toda vez que los servidores públicos no tenían por qué transitar con exceso de velocidad, ya que son responsables por la integridad física del detenido.