Recife (Brasil), (EFE).- Los salvavidas del estado brasileño de Pernambuco, donde el domingo murió un bañista a causa del ataque de un tiburón, comenzaron a utilizar un dispositivo electrónico que repele a los escuálidos.
Se decidió adelantar el uso de estos equipos electrónicos importados de Australia, que cuestan unos 1.200 dólares cada uno, debido a este nuevo ataque que espantó a los bañistas de las playas de Pernambuco (nordeste del país), dijo el comandante regional de los bomberos, capitán Waldir Oliveira.
De los cerca de 90 casos de ataques de tiburón registrados en Brasil en las últimas cuatro décadas, 46 ocurrieron en el litoral del estado de Pernambuco entre 1992 y este año.
Tales ataques en el estado del que Recife es capital costaron la vida a 13 personas y amputaciones a 36, según estadísticas divulgadas por la prensa.
La gobernación de Pernambuco importó este año seis repelentes electrónicos de Australia, en donde el uso es común entre practicantes de surf, pero el Cuerpo de Bomberos, al que están adscritos los salvavidas, no tenía previsiones sobre cuándo iba a comenzar a utilizarlos.
Además de anticipar su uso, los bomberos informaron de que encargarán nuevas unidades para equipar a los 200 salvavidas que realizan operaciones de rescate en los 80 kilómetros del litoral de Pernambuco.
Los equipos emiten ondas electromagnéticas en un área de diez metros cuadrados y permiten espantar a los tiburones, que reciben choques eléctricos al acercarse al repelente.
Su uso habría permitido salvar la vida del bañista Edmilson Henrique dos Santos, de 19 años, que el domingo pasado fue atacado por un tiburón en una playa de la ciudad de Recife y a unos diez metros de la costa.
El repelente, que pesa 200 gramos dentro del agua, se adhiere con correas al cuerpo del salvavidas, utiliza baterías recargables y ya es comercializado en países como Australia, Estados Unidos, Japón, Sudáfrica y Nueva Zelanda.
