Vecinos denuncian la falta de interés de las autoridades para recordar la explosión
Agencias
TLALNEPANTLA, ESTADO DE MÉXICO.- San Juanico recordó ayer, una de las peores tragedias de México, la ocurrida el 19 de noviembre de 1984, cuando estallaron una planta de Pemex y otras instalaciones gaseras ocasionando la muerte de decenas de personas.
Eran las 5:35 de la mañana cuando empezó una serie de más de diez explosiones dentro de una planta de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Luego, la desgracia.
Un habitante de San Juanico recuerda que en un cerro aledaño se veía ?a la gente subir en paños menores, en ropa interior?, buscando escapar del fuego.
La onda expansiva incendió todo a su paso; las llamas fulminaron a aquellos que apenas se disponían a trabajar, a los que pasaban por ahí eventualmente, a otros que ni siquiera tuvieron tiempo de abrir sus ojos.
El temor entre la población sigue latente. Días antes una vecina de la colonia, doña Constancia Romano, había comentado de la falta de interés que hay para recordar el 19 de noviembre de 1984.
?Hasta para eso estamos olvidados, porque cuando es aniversario del temblor del 85, todo mundo se acuerda y hasta el presidente va a la zona, pero a nosotros muy pocas veces nos hacen caso?, expresó doña Constancia.
Al transcurrir el tiempo aquellas promesas que en su momento hiciera el director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Mario Ramón Beteta y de las autoridades estatales de reubicar las empresas gaseras, todo quedó en el olvido y éstas trabajan como si nada hubiera pasado, a pesar de que los vecinos han pedido su reubicación en un lugar fuera de la zona habitacional.
Desde la avenida San José y calles aledañas a lo que fue una de las plantas abastecedoras de combustible de Pemex, hoy sólo queda el recuerdo de tan lamentables acontecimientos, considerada como la peor tragedia ocurrida en México.
Ayer la ceremonia para conmemorar a las víctimas por la explosión de gas ocurrida hace 20 años, fue un acto oficial.
Como cada año, los primeros en llegar fueron los integrantes del cuerpo de bomberos, pero esta vez vestidos de gala, quienes a pesar del frío permanecían erguidos a un lado de la corona de margaritas y rosas.
Poco a poco, personal administrativo, policías, directores, regidores y reporteros fueron llegando al Parque Hidalgo para presenciar la ceremonia de los 20 años de la explosión, lugar donde desaparecieron familias enteras y que también es conocida como ?La plaza de los muertos?.
La ceremonia empezó 20 minutos más tarde de lo acostumbrado y en presencia de unas 100 personas.
El alcalde Ulises Ramírez, arribó pasadas las 7:00 horas, pero no se pudo iniciar la colocación de la ofrenda porque había que esperar al Obispo, que se encontraba en algún lugar cercano luchando en contra del tráfico.
Con las manos dentro de las bolsas del pantalón para mitigar un poco el frío, el edil esperó el arribo del religioso, pero al ver que no llegaba, junto al director de Seguridad Pública municipal, Edgardo Flores, montó una guardia de honor al pie de la cruz que duró escasos dos minutos, pero suficientes para las fotos.
En el panteón Caracoles, nuevamente la espera. Diez minutos más tarde llegó el obispo Onésimo Cepeda a bordo de una camioneta blanca, vistiendo un abrigo negro y lentes oscuros.
Ambos colocaron los tres arreglos florales, junto a la fosa en la que se encuentran los cuerpos que no fueron identificados, luego, sin decir una sola palabra, los dos se retiraron del panteón cumpliendo un año más con el acto oficial.