A diez años de distancia, el piloto carioca siempre estará en el corazón de los aficionados.
LONDRES, INGLATERRA.- Estaba hecho para arriesgarlo todo, hasta su vida. Su rostro reflejaba la alegría por correr en las pistas de la Fórmula Uno y su brillo no ha tenido rival, ni siquiera Michael Schumacher con sus seis campeonatos ha tenido el cariño de toda la afición al deporte motor.
El próximo Gran Premio de San Marino, marcará el décimo aniversario de la carrera en la que Ayrton Senna Da Silva perdió la vida, y la F-Uno volverá a rendirle tributo a uno de sus más grandes héroes.
Ron Dennis, el jefe de la escudería McLaren, siempre recordará las bromas que compartió con el fallecido piloto brasileño Ayrton Senna y el día que arrojó una moneda al aire en una apuesta que representaba un millón y medio de dólares. Tampoco olvidará la inteligencia y la visión de negocios de un campeón cuyo carisma dominó a la Fórmula Uno.
Dennis, cuyos autos llevaron a Senna a ganar sus tres títulos del mundo y 35 de sus 41 carreras, también repasó en su mente lo que pasó ese día, pero prefiere quedarse con el recuerdo de los buenos momentos que pasaron en los seis años en los que fueron compañeros.
“La manera en que lo manejé fue pensar mucho en ello, ponerlo en compartimentos, dejarlo en un lugar especial en la mente y después centrarme en la vida”, destacó.
“No creo que Ayrton hubiera cambiado nada de lo que pasó. El perdió su vida haciendo algo que le apasionaba y por esta actividad dejaba de lado cosas que otros pilotos y la gente disfruta”.
El recuerdo que Dennis tiene de Senna es el mejor. “Era una persona completamente dedicada, centrada (...) Sabía que no era invencible. Conocía sus límites, el peligro y aceptó el riesgo”.
Un competidor feroz
Senna era intenso, emocional y muy competitivo. El brasileño también tenía un gran sentido de la injusticia, particularmente después de la carrera de Suzuka en 1989, cuando fue descalificado del decisivo Gran Premio de Japón, multado con 100,000 dólares y suspendido por conducir de manera peligrosa.
El francés Alain Prost, compañero de equipo de Senna, ganó el título después que él y el brasileño chocaron.
“Senna quedó muy afectado por la injusticia que se dio en esa carrera, y de hecho se retiró”, destacó Dennis. “Me costó un gran esfuerzo convencerlo para que vuelva a correr (...) Así era él”.
El brasileño tuvo otra colisión con Prost el año siguiente, esta vez premeditada. Eso no fue algo de lo que se sintiera orgulloso.
Senna abandonó la escudería McLaren a fines de 1993 para unirse a Williams y se mató en su tercera carrera para su nuevo equipo.
La ruptura fue dolorosa, pero Dennis creyó que Senna, en ese momento un gran amigo, podría haber vuelto al equipo.
“Recuerdo muy bien estar en (el circuito francés) Magny-Cours hablando con él. Y en esa conversación para mí era claro que en algún punto se lamentaba por haberse ido (...) No puedo recordar las palabras pero el mensaje era ‘no me siento del todo cómodo y volveré’”.
El rol del humor
La estadía de Senna en McLaren, de 1988 a 1993, también estuvo marcada por las bromas. “Senna no tenía un gran sentido del humor, pero era importante que lo consiguiera. Eso se convirtió en una divertida misión para (el piloto austriaco) Gerhard (Berger) y para mí, las bromas corrían en el equipo y algunas eran bastante pesadas”, recordó Dennis.
“Y por supuesto que cuando se dio cuenta que tenía un elemento para competir sobre quién podía hacerle al otro la cosa más atroz, se contagió del espíritu”, agregó Dennis.
Berger tiró un portafolios de Senna desde un helicóptero sobre Monza y llenó su cama de ranas en un hotel en Australia, aunque su “obra maestra” fue cuando adulteró el pasaporte del brasileño.
En esa oportunidad, el austriaco reemplazó la foto de Senna con lo que Dennis describió como “una de tamaño similar de genitales masculinos”.
Cuando Senna regresó a su país, su pasaporte no fue inspeccionado hasta que pasó por la aduana en Argentina.
“Ellos (los inspectores argentinos) no se divirtieron”, recordó Dennis. “Senna tuvo que esperar 24 horas en Argentina porque no lo dejaban pasar si no arreglaba el pasaporte”.
Dennis tampoco admite el dolor que sufrió en México cuando comió un plato de salsa picante después que Senna le apostó 1,000 dólares a que no lo haría.
Pero eso no fue nada comparado con la mayor de todas las apuestas, cuando comenzaba la carrera de Senna en McLaren.
Cuando las negociaciones por el contrato del piloto estaban estancadas, Senna y Dennis acordaron tirar una moneda para definir los últimos 500,000 dólares de diferencia. Dennis ganó.
“Sólo cuando me alejaba manejando mi automóvil me di cuenta que era un contrato de tres años y que de hecho lo que habíamos decidido lanzando una moneda al aire equivalía (en total) a un millón y medio de dólares”, finalizó.
Schumacher busca otra victoria
El piloto alemán Michael Schumacher, de la escudería Ferrari, quiere conmemorar el décimo aniversario de la muerte del brasileño Ayrton Senna en Imola con otro triunfo el domingo que podría marcar la despedida de ese circuito en la Fórmula Uno.
Los hermanos Schumacher han ganado el Gran Premio de San Marino en los últimos cinco años, de los cuales en cuatro oportunidades se impuso el campeón mundial Michael, mientras que Ralf obtuvo la victoria para la escudería Williams en el 2001.
Tal como en 1994, cuando corría para el equipo Benetton y ganó el primero de sus seis títulos luego del trágico accidente que le costó la vida a Senna, Michael está en racha con tres victorias consecutivas.
“Lo que experimenté, lo que pasó, me dejó sin habla”, dijo hace pocos días el piloto alemán Michael Schumacher, quien ahora busca su séptimo título mundial, al recordar el accidente.
“Fue la primera vez que me enfrenté con la muerte en esta actividad. Por un tiempo dudé respecto de si quería seguir”, agregó el alemán, que perseguía al Williams de Senna cuando el brasileño se estrelló con una pared en la fatal curva de Tamburello.
Pero a diferencia de ese fatídico año, el mayor de los Schumacher ha comenzado cada carrera desde la primera posición.
Si consigue el triunfo, como temen sus rivales, estará a un paso de alcanzar el récord que logró en el inicio de la temporada 1992 el británico Nigel Mansell, quien al volante de un Williams acumuló cinco victorias consecutivas largando desde la pole.
A pesar de que Imola tiene recuerdos terribles, la victoria de Schumacher el año pasado horas después del fallecimiento de su madre y el reconocimiento de la semana pasada que había pensado dejar de correr tras la muerte de Senna y del austriaco Roland Ratzenberger, la pista donde Ferrari es local siempre le dio buena suerte.
La primera carrera de la temporada en Europa podría ser la despedida del circuito Enzo y Dino Ferrari en la F-Uno después de unas declaraciones que realizó previamente este año el empresario deportivo Bernie Ecclestone. Si eso ocurre, entonces Schumacher tratará de despedirlo con estilo.
“Siempre nos va bien en Imola y espero que seamos capaces de estar a la altura de nuestro favoritismo”, dijo el alemán.
Recordado por sus compañeros
Un triunfo en Imola del compañero de equipo de Schumacher, el brasileño Rubens Barrichello, quien fue amigo de Senna, sería mas emotivo.
“Estoy entusiasmado con la posibilidad de ganar esta carrera, a pesar de que es un fin de semana en el que todos hablarán de Ayrton”, dijo Barrichello.
“Sólo espero que la gente celebre su vida (de Senna) y recuerde todas sus cosas buenas. Imola es el lugar donde murió, pero debemos recordar sus éxitos y voy para allí con una actitud optimista”, agregó.
Los pilotos de Ferrari ganaron con el uno-dos en dos ocasiones en las primeras tres carreras, pero hay varios pilotos que tratarán de impedir otra victoria abrumadora del equipo italiano.
La escudería Renault, segunda en el campeonato, espera ser más competitiva con un motor renovado y modificaciones en la aerodinámica, mientras que BAR, con el británico Jenson Button, tercero en Malasia y Bahrain, también podría desafiar a Ferrari.
Michelin, proveedor de neumáticos de los principales rivales de Ferrari, fue vencido categóricamente por Bridgestone fuera de Europa en las primeras carreras de la temporada.
“¨Seremos capaces de obtener nuestra primera victoria de la temporada en San Marino?”, preguntó Pierre Dupasquier, jefe de la división deportiva de Michelin. “Hicimos una considerable cantidad de pruebas desde la última carrera en Bahrain y los resultados son de lo más alentadores”.
Williams, el último equipo de Senna, espera dar batalla en un circuito donde sobrepasar a los rivales es muy difícil.
“No debemos esperar un milagro en Imola, pero el circuito siempre ha sido bueno para nuestros autos”, dijo Ralf Schumacher, quien ganó allí su primera carrera en la F-Uno.
Por su parte, el finlandés Kimi Raikkonen, de la escudería McLaren y subcampeón la temporada pasada, tratará de sumar sus primeros puntos del 2004, luego de tres abandonos consecutivos.