Nueva York, (Notimex).- Como ya es costumbre desde 1766, la Quinta Avenida se tiñó ayer de verde, con el sonido de gaitas y tambores de fondo, para celebrar el Día de San Patricio con un gran desfile al que acudieron cientos de miles de personas.
A pesar de una leve pero incesante nevada, el orgullo irlandés se dejó sentir en la Quinta Avenida, con un desfile entre la calles 44 y la 86 que vieron pasar a casi un centenar de bandas de música, y a más de 150 mil participantes.
Cerca de dos millones de personas asistieron al tradicional desfile, que recuerda al santo que llevó el cristianismo a Irlanda en el siglo V, muchos de ellos vestidos de verde, con sombreros, collares y adornados con tréboles, el símbolo nacional irlandés.
La mayoría de los participantes en esta 243 edición anual pertenecen a cuerpos de bomberos y policías de la ciudad, siendo los más aplaudidos a su paso. Cada colectivo marchó precedido de su bandera y estandarte y de bandas de música.
Las gaitas y tambores no dejaron de sonar durante todo el tiempo. "Este sonido es increíble, es divino", dijo Jimmy Walpoli, estadounidense de padres irlandeses que lleva 11 años asistiendo a esta celebración.
Vestido de pies a cabeza de verde, con una bandera irlandesa y otra estadunidense acopladas en su sombrero, Walpoli quitó importancia a las bajas temperaturas, al cielo gris y la nieve.
"No nos importa, nos da igual que llueva o nieve, nunca faltamos este día", señaló el joven quien añadió que su presencia en la Quinta Avenida es "una forma de honrar a mis padres".
Mientras tanto, Vicente Rojo, originario de El Salvador, se paseaba entre la multitud ofreciendo sus productos: sombreros, viseras y collares, todos verdes y adornados con tréboles.
"Vengo a vender en cualquier desfile. Este es el cuarto año que trabajo en San Patricio", dijo con una media sonrisa antes de señalar que debido al frío y la nieve las ventas descendieron este año.
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, también desfiló y restó importancia a la nieve, "un producto de la imaginación", señaló al ironizar que "hace un tiempo maravilloso".
A la altura de la calle 58, una 30 personas protestaron -con gritos de "Estamos aquí, somos homosexuales y estaremos aquí cada año"- por la exclusión este año por parte de los organizadores de los colectivos irlandeses de gays y lesbianas del desfile.
Además, la policía impuso este año la prohibición de beber en la calle durante el desfile, vigilando y, en su caso confiscando, las bebidas alcohólicas que muchos asistentes llevaban.
Este desfile es popular porque su celebración continua, después de la marcha por la Quinta Avenida, en los bares del Midtown de Manhattan. Por ello, las autoridades pidieron una vez más prudencia en el consumo de alcohol.