Diez soldados norteamericanos mueren por atentados de rebeldes en Irak.
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BAGDAD, IRAK.- Diez soldados estadounidenses murieron ayer, ocho de ellos en un atentado con coche bomba en el sur de Bagdad, en uno de los días más sangrientos para las tropas de ese país que desde hace 13 meses invadieron Irak.
Otros dos soldados perecieron en ataques en el este y norte de la capital iraquí, informó el Ejército. Cuatro soldados más resultaron heridos. Abril ha sido el mes más cruel para las fuerzas estadounidenses, con la pérdida de 125 de sus miembros en acción, una cifra muy superior a la de víctimas en las tres semanas que tomó derrocar a Saddam Hussein hace un año.
En Fallujah, al oeste de Bagdad, los marines que rodean la ciudad de 300,000 habitantes comenzaron una retirada parcial, que coincide con un acuerdo con ex oficiales de seguridad iraquíes con vistas a restaurar la seguridad en ese bastión de la resistencia sunita, dijo un portavoz militar estadounidense.
Ante el incremento de la violencia y el abierto desafío a la ocupación en dos ciudades iraquíes claves en momentos en que se prepara para entregarle el poder a los iraquíes, el presidente George W. Bush ha dado carta blanca a sus comandantes militares.
El secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, instó a Bush a mostrar moderación, diciendo que los derramamientos de sangre podrían poner a los iraquíes en contra de las fuerzas de ocupación en momentos en que la ONU trabaja con Washington de cara a la devolución formal de la soberanía.
“Mientras más parezca que la ocupación está dando pasos que puedan dañar a los civiles y la población, más crecen las filas de la resistencia”, declaró Annan en una conferencia en Nueva York.
El Pentágono ha ordenado el desplazamiento de decenas de tanques y otros vehículos armados a áreas de la insurgencia sunita, como Fallujah, al oeste de Bagdad. Las fuerzas estadounidenses también rodean a la milicia shiita atrincherada en Nayaf, una ciudad sagrada en el sur del país.
Las crecientes bajas estadounidenses -al menos 736 desde el inicio de la invasión- y los crecientes costos de la guerra podrían erosionar el apoyo a Bush, quien pretende ser reelegido en noviembre. La última encuesta mostró un decreciente respaldo a la guerra.
Una encuesta de CBS/New York Times mostró que el 47 por ciento de los estadounidenses cree que invadir a Irak fue correcto, la cifra más baja reportada desde el inicio de la guerra.
Por otra parte, antes del último repunte en la violencia, el 46 por ciento de los iraquíes creía que con la guerra habían hecho más “mal que bien”, frente al 42 por ciento que considera que vive mejor ahora.
En Fallujah había una calma relativa después de los bombardeos que estremecieron la ciudad esta semana, en la muestra más devastadora del poderío militar estadounidenses en las tres semanas de sitio.
El jefe de la policía local, Sabar al-Janabi, dijo que se había llegado a un acuerdo para que los marines comenzaran a retirarse de las áreas claves de la ciudad.
Sabar al-Janabi precisó que las conversaciones entre las fuerzas estadounidenses y ex oficiales iraquíes permitieron llegar a un acuerdo bajo el cual los marines comenzaron a retirarse de Fallujah desde ayer para completar la operación hoy.
Miles de personas han huido de la ciudad, donde según médicos locales 600 personas murieron en la primera ofensiva estadounidense hace tres semanas, en represalia por el linchamiento y mutilación de cuatro contratistas.
Un periodista vio a los marines abrir fuego contra un minibús en un punto de control en las afueras de Fallujah, lo que provocó el incendio del vehículo. Hasta cuatro civiles murieron, dijo un policía.
Incidentes como ése, a menudo reportados por la televisión árabe, han afectado los esfuerzos de los estadounidenses por ganarse la simpatía de los iraquíes.
Súplicas desde El Vaticano
Juan Pablo II lanzó ayer una “súplica” para que sean liberados “en nombre de Dios” los rehenes en Irak, incluidos tres italianos, mientras en la plaza de San Pedro familiares de los cautivos encabezaron una manifestación por la paz.
El mensaje papal fue leído en la plaza por el secretario para las Relaciones con los Estados del Vaticano, monseñor Giovanni Lajolo, al término de la marcha en la que, de acuerdo con los organizadores, participaron seis mil personas.
El Pontífice “ha celebrado esta mañana la santa misa por la liberación de los rehenes mantenidos en Irak, así como por todos aquellos que sufren en aquel país”, indicó Lajolo a los presentes en la plaza.
“A nombre del único Dios que a todos nos juzgará, Juan Pablo II renueva su apremiante súplica para que las personas secuestradas sean devueltas a sus familias”, dijo.
“A las personas tomadas como rehenes, (el Papa) les desea hacer llegar su aliento para que continúen manteniendo con valentía y esperanza su dura prueba”, apuntó el prelado.
A los familiares y a quienes están unidos a los rehenes por relaciones de afecto, el Papa les asegura su cercanía en estos momentos de aprehensión y angustia”, añadió.
Lajolo comentó que Juan Pablo II “no duda que se hace todo lo posible y nada se deja sin intentar, para garantizar la seguridad de los rehenes y lograr lo más pronto posible su liberación”.
El jefe de la Iglesia Católica “agradece a quienes trabajan por restablecer en Irak un clima de reconciliación y diálogo en vista de la recuperación de la soberanía y la independencia de ese país”, concluyó el funcionario del Vaticano.
En primera fila de la manifestación estaban los familiares de los tres rehenes italianos secuestrados en Irak desde hace más de dos semanas por las denominadas Brigadas Verdes de Mahoma.
Las familias de los guardias de seguridad Maurizio Agliana, Umberto Cupertino y Salvatore Stefio llegaron a Roma desde sus respectivas ciudades en el centro y el sur de Italia.
DE HÉROES A INVASORES
A más de un año de la caída del régimen de Saddam Hussein, la mayoría de los iraquíes cambió su percepción sobre EU, que de país liberador ahora piensan que es invasor:
*Según una encuesta conjunta del periódico USA Today, la cadena de noticias CNN y le empresa Gallup, los encuestados han empezado a perder la paciencia frente a la situación que se vive en su país, tras la incesante violencia e inseguridad.
*57 por ciento prefiere que las fuerzas invasoras -incluyendo a los británicos- abandonen de inmediato del país contra un 36 por ciento que se inclina por una estancia más prolongada.
*Un 42 por ciento de los iraquíes considera que la situación en el país es mejor ahora.
*Un 40 por ciento consideró lo contrario.
*Para 17 por ciento de los encuestados, la situación es la misma.
*Otro 29 por ciento opinó que la actuación de las tropas estadunidenses ha sido pésima
*Un 29 por ciento que la calificó de mala, un 24 por ciento que la consideró buena y apenas un diez por ciento que la ubicó en términos de muy buena.
*La cifra más significativa es el 60 por ciento que estimó que la invasión se ha traducido en más daño que bienestar.
*El 71 por ciento que ve a las tropas estadunidenses como invasores.
FUENTE: Agencias