SUN-AEE
MÉXICO, DF.- "No es lo mismo, es distinto", con ese pequeño estribillo del primer sencillo de su más reciente producción, es como podría resumirse el concierto del miércoles de Alejandro Sanz en el Auditorio Nacional.
Y es que no sólo puso el "alma al aire" para sus más de diez mil fanáticas, también le entregó su "corazón partío" a una de las mujeres más importantes de su vida: su hija Manuela.
Mientras Sanz enloquecía al público con sus gesticulaciones, la gente gozó de pie el festín musical, su esposa Jaydy Mitchell y su primogénita gozaban tras bambalinas de la primera de ocho presentaciones que el ibérico ofrecerá en el recinto de Reforma; no sólo bailaban y de vez en cuándo se asomaban, también le aplaudían, en especial después de que el español interpretara Aprendiz.
Pero nada era igual a la última ocasión que había pisado tierra azteca, en marzo de 2001. En aquella oportunidad, con el disco El Alma al Aire Bajo el Brazo, Alejandro le cantaba a ese amor incondicional, que hasta entonces desconocía; ahora aparecía en el sencillo escenario un Sanz más lleno, en ocasiones notoriamente armonioso con su entorno afectivo.
Incluso, hablar de política, de criticar a presidentes como Fidel Castro o Hugo Chávez, quedó atrás. Él lo prometió desde el inicio del concierto: "Buenas noches, ¿cómo están? Ya hace mucho tiempo, ¿no? No vamos a hablar de política, se los prometo, pero hoy todos los que estamos arriba del escenario vamos a darlo todo para que ustedes salgan contentos".
Ataviado con unos jeans azules gastados, una playera blanca de manga larga y una camisa gris, el español no hizo más que dejar que la música hablara por lo que en ese momento sentía; así entregó a su público temas como 12 por 8, Eso, Quisiera ser, Cuando nadie me ve y La fuerza del corazón, canciones que hipnotizaron a las miles de almas que se le entregaban en cada suspiro y estrofa.
Acompañado de diez músicos y dos coristas, el cantante hizo un recorrido junto a sus cómplices, incluyendo su hija y esposa, por grandes éxitos como Corazón Partío, Y si Fuera Ella, Amiga Mía y Lo Ves, en la cual bastó un teclado colocado en medio del sencillo escenario y su voz acompañándolo, para hacer que más de una fanática gritara eufórica.
Más que un concierto multitudinario, en ocasiones parecía estar cantando en un bar madrileño o actuando frente a sus amistades más allegadas; la atmósfera, cálida desde el inicio del concierto, se prestaba para que en la intimidad ofreciera a su gente nueve temas del disco No es lo Mismo, entre los que estuvieron Regálame la Silla Donde te Esperé, Eso y He Sido tan Feliz Contigo.
Hacia el final de la presentación inicial en el Distrito Federal del tour 12x8 2004, el ambiente, hasta entonces nostálgico, se encendió gracias a Mi Soledad y Yo y No es lo Mismo, que provocó que las fans que se encontraban en el primer piso del Auditorio Nacional, prácticamente se arremolinaran a los pies del cantante, unas regalándole una rosa, otras gritándole cuánto lo habían amado esa noche.
Lo da todo
Así se entregó Sanz en su primera noche en la capital mexicana:
12x8.
Eso.
Quisiera Ser.
Cuando Nadie Me Ve.
Labana.
Hoy Llueve, Hoy Duele.
La Fuerza del Corazón.
Regálame la Silla Donde te Esperé.
He Sido tan Feliz Contigo.
Try to Save Your Song.
Lo Ves.
Sandy a Orilla do Mundo.
El Alma al Aire.
Y Sólo se me Ocurre Amarte.
Aprendiz.
Corazón Partío.
ENCORE
Y Si Fuera Ella / Amiga Mía / Mi Soledad y Yo.
No es lo Mismo.
FUENTE: Agencias