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MÉXICO, DF.- A pesar de la incesante lluvia que cobijó el viernes a la ciudad de México, miles de personas acudieron al Palacio de los Deportes a ver el arranque de la gira mundial de Sarah Brightman, donde fueron transportados a una atmósfera cálida y llena de fantasía oriental.
El show de la cantante británica tuvo tintes de ópera pop y sin duda se observaron en él una gran cantidad de tecnología y efectos especiales que situaron al público en un lugar inimaginable.
El escenario estaba compuesto por una plataforma en forma de Luna en cuarto menguante, con un largo pasillo que terminaba con una estrella de ocho picos y en él se albergaron la cantante y su orquesta, cuyo lugar estaba detrás del escenario en una plataforma que subía y bajaba de acuerdo con la canción, así como con media docena de bailarinas que enmarcaban la danza de Brightman.
Sensuales movimientos y una dulce voz son parte de la personalidad de Brightman, quien inició su presentación con el tema que da nombre a su más reciente producción discográfica, Harem. De ese mismo material siguieron Beautiful, It’s a Beautiful Day y Stranger in paradise.
La cantante interpretó temas populares, tanto de la ópera como del rock y el jazz, mismos que fueron aplaudidos fervorosamente por un público seguidor de la cantante.
Dust in the Wind, original de Kansas, y A Whiter Shade of Pale, de Procol Harum, de inmediato fueron reconocidas por los asistentes, que en su mayoría estaba compuesto por "adultos contemporáneos".
Pero uno de los temas más aplaudidos fue Whising you Where Somewhere here Again, que Brightman cantaba con Andrea Boccelli, así como la obertura de Phanton of the Opera, obra en la que ella participó como Christine, personaje escrito para ella por su ex esposo Andrew Lloyd Weber y quien la llevó a la fama.
En cuanto al jazz, Sarah tiene su propia versión de What a Wonderful World, famosa en la voz del inolvidable Louis Armstrong.
La influencia del ámbito teatral está muy marcada en el espectáculo de Brightman. El juego de luces, las imágenes proyectadas, las pasarelas móviles y la recreación tanto de la arquitectura árabe, así como de la naturaleza (la noche, las estrellas y la luna), hicieron de la presentación algo que pocas veces se observa en un escenario como el Palacio de los Deportes.
El equipo utilizado durante el concierto tenía un peso total de 75 toneladas y fue transportado en barco y luego en tráileres.
El aforo para este concierto fue de 13 mil 198 lugares, mismos que se vendieron en su totalidad. Aunque la capacidad del Domo de Cobre es de más de 18 mil personas esto se debió a la gran cantidad de producción que se montó.
Tiene magia oriental
Una fantasía sonora y visual inspirada en el Medio Oriente y el desierto fue lo que experimentaron los mexicanos que acudieron al primer concierto de la gira mundial Harem de Sarah Brightman, en el Palacio de los Deportes.
-Con el aforo de casi 13 mil personas el espectáculo fue el pretexto para que la intérprete inglesa actuara por primera vez en México.
-El show de la ex esposa del compositor Andrew Lloyd Webber (quien creó el musical El Fantasma de la Ópera en su honor) se realizó en un escenario de gran tecnología que comenzó en forma de media luna y terminó con la estructura de una estrella, símbolos clásicos de la cultura árabe.
- El escenario ocupó buena parte del redondel del Palacio, y entre la media luna y la estrella había un corredor en el que la inglesa ofreció algunas interpretaciones, pero la sorpresa mayor del show se vio cuando Brightman literalmente voló sobre los asistentes. Para lograr tal efecto, se hizo uso de grúas hidráulicas que fueron colocadas en el escenario central.
- Justo enfrente de la media luna se colocaron grandes y coloridos telones que completaron un círculo, y fue en esa zona donde se instalaron 80 butacas desde donde se pudo apreciar de cerca el espectáculo.
-No obstante, en la zona de la estrella también hubo posibilidad de escuchar a Brightman a una distancia muy reducida, y observar la escenografía muy inspirada en la arquitectura de Arabia. Incluso los bafles estaban cubiertos con telones especiales.
-Los 20 músicos que acompañaron a Brightman se colocaron en el área de la media luna, así como un ensamble de cuerdas de 12 integrantes, durante las aproximadamente dos horas que duró el show.
- Además del material del álbum también titulado Harem, en el cual fusiona lo clásico, el new age, el pop y los sonidos árabes, la ex celebridad de Broadway también cedió espacio a piezas de musicales como El Fantasma... y Cats.
- Además, algunas melodías de sus discos Eden, Fly y La Luna contaron con versiones especiales.
FUENTE: SUN-AEE
