Hoy, faitídico 11 de septiembre, muchos hablarán de los horrores que suelen acontecer en la fecha. El 11 de septiembre de 1973 fue escogido por las fuerzas armadas de Chile y por la CIA para derrocar al presidente legítimo, Salvador Allende y para su ignominioso asesinato. Y también el 11 de septiembre 2001 fue el designado para el pavoroso atentado a las Torres Gemelas en Nueva York, cuyo o cuyos responsables no se conocen aún con pruebas y que en opinión de cada vez más personas en el mundo fue originado por los halcones del Departamento de la Defensa y el Pentágono de USA, como pretexto para iniciar la guerra imperial contra el terrorismo ajeno y utilizar las fantásticas capacidades del propio. Respecto a la posibilidad de que el atentado haya sido una de las “misiones” ordenadas a Bush por God, he leído los libros conduntendes del francés Thierry Meyssan “Aterradora impostura” y “El Pentagate”. Thierry fue (al parecer sigue siendo) acosado por estos libros, entre otros por Ariel Sharon, según propia opinión que me expresó en París en octubre de 2002.
También he leído por orden de aparición los libros con la misma tesis (y diferentes datos) de Claudia Luna Palencia, de Alfredo Jalife-Rahme y de Luis de la Hidalga, pero hay muchos más. En cine Michael Moore ha tenido un éxito planetario con la Bush Farenheit 9-11 Pero quiero dejar el tema para el próximo sábado cuando haya visto “ El Maratón de las Torres Gemelas” que de las ocho a las 12 P.M. transmitirá el canal argentino “Infinito”. Anuncia documentales e investigaciones que “ harán caer todas las mentiras”.
Mientras tanto cadenas bushistas mexicanas o gringas de cable como Hallmark, se proponen asestarnos las clásicas mentiras de Hollywood. Su versión del suceso que cambió la historia es seguir paso a paso lo que hicieron los funcionarios-halcones los días siguientes a la agresión de los malos del exterior.
Hoy quiero preguntar si no es peligroso para México tener una Suprema Corte de Justicia como la que tenemos. Además de su tarea de hacer cumplir la Constitución, uno de sus principios es no caer en trampas políticas.
Pero está metida hasta el cuello en la trampa. Para conservar la dignidad y credibilidad, su misión -esa sí es misión- es la de acotarse a lo jurídico. Pero ¿cómo puede la pobre lograrlo y no resbalar en las más abyectas trampas políticas si sigue siendo una dependencia del Ejecutivo, un poquito menos evidente que la Procuraduría General de Justicia de la Nación, que no es más que el brazo judicial del presidente Fox? Pero a la Corte también Fox la manda, por la simple razón que el Presidente nombra a los 11 ministros que prevé la Ley actual. Y por más que la Corte, igual que otras dependencias esté utilizando mucho tiempo para hacerse propaganda, ese tiempo que tiene el Gobierno en radio y TV, como pago en especie de los medios informativos para no pagar los impuestos contantes y sonantes que deberían, la gente se da cuenta que está a las órdenes, jefe, “como cualquier animal”. Que sea o no partidaria del perseguido López Obrador, la gente se da cuenta que es muy peligroso no tener una Suprema Corte que merezca confianza y respeto.
Quiere una Corte que mida con la misma vara y aplique el mismo procedimiento al “Peje” o a un Florencio Salazar, secretario de la Reforma Agraria, que tiene una bronca jurídica similar aunque mayor con gente de Tultepec, Estado de México. Pero no hay tal. Al gato Florencio, lo trata de una manera, al contrincante político de otra, a decir de abogados ambos casos debieron recibir el mismo tratamiento. ¿Qué hacer con una Corte que deja que Florencio Salazar haya regalado, que no pagado, miles de muchos millones de pesos a especuladores chantajistas y que cuando López Obrador se negó a dar un centavo por el Paraje San Juan (ya se vio que era un fraude) o por otro, a ceder al chantaje, la Corte, como sucedió, le dio la orden de pagar? Pero peor aún ¿ Qué hacer con una Corte que obviamente por órdenes de Fox y del panismo niega al Congreso de Morelos el juicio político que le pide contra el gobernador Estrada Cajigal acusado de narco y de secuestrador? ¡Es que no se vale dejar este caso en el olvido! Si el Presidente es el que nombra los ministros de la Corte, lógicamente nombra a colaboradores que le sirven a él primero y en momentos como los que vivimos los hace bailar como quiere... Ha habido ministros y ministras de pavor que actúan contra los ciudadanos pa´servir al patrón.
En tiempos de Miguel de La Madrid, el Presidente que más me fastidió, se metieron ladrones a mi apartamento. Levanté un acta en la Procuraduría del D.F. siendo la Procuradora Victoria Adato, viuda de Ibarra, cuñada del conocido gangster Miguel Aldana Ibarra. En determinado momento De la Madrid la nombró ministra de la Suprema. Para entonces un jefe policíaco que había caído de su gracia, con datos en la mano, me reveló el nombre de la autora intelectual del robo que sufrí: La misma señora, cuando era procuradora. Ni modo, no confío en las cortes. Y menos si como se supo el siete de septiembre: Fox le pide a la Suprema Corte que invalide la Ley de Fiscalización Superior de la Federación de diciembre 2000, cuya encargada de aplicarla es la Auditoría Superior de la Federación que le recomendó a Fox no liquidar los pagarés de deuda pública del Robaproa, algo que sin embargo hizo, en evidente caso de desacato.
Esta iniciativa presidencial nos remite a lo dicho por Yuri Serbolov: La complicidad de Fox con Zedillo, que ya los hubiera llevado a ambos al bote si no fuera porque la Procuraduría y la Corte no se atreven a fincar responsabilidades. A Zedillo por haberle endilgado al pueblo de México, con la alegría del PRIAN, una deuda pública de 120 mil millones de dólares y a Fox por haber concluido el sucio trabajo, en lugar de denunciarlo como había prometido en campaña. Y ahora la pregunta es ¿Va la Suprema Corte a invalidar la Ley de Fiscalización Superior para que Fox haga lo que quiera con el dinero? ¿Para darlo a Vamos México?
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