El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- Una encrucijada enfrenta el sector restaurantero de La Laguna en virtud de que la carne, una de sus principales materias primas, muestra un incremento del ocho por ciento desde el cierre de la frontera norte.
Ernesto Barocio Martínez, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac) explica que este incremento los está obligando a subir el precio del platillo final –acción que aún no se ha generalizado– sin embargo bajo el riesgo latente de perder los pocos clientes que tienen. La disyuntiva es clara: “Necesitamos aumentar el precio de los platillos, por el incremento en los costos de producción, sin embargo, la baja demanda existente puede desaparecer”, comenta.
El restaurantero hace un llamado a los industriales de la carne para que tomen conciencia de la difícil situación, ya que aunque se anunció que no existiría un desabasto, los incrementos en el precio del producto lo señalan. “Ojalá sea cierto eso de que pueden satisfacer la demanda porque un incremento en el precio demuestra lo contrario, yo pediría solidaridad a los industriales de la carne, porque todos formamos parte de la cadena alimenticia”.
Barocio Martínez reconoce que existe incertidumbre con relación a un posible desabasto de carne, en virtud de que es un producto que llevan la mayor parte de los platillos laguneros.
El incremento en el precio de la carne se debió a la incertidumbre generada primero por la especulación del cierre de la frontera norte a las importaciones de carne de res procedente de Estados Unidos, después del brote de Encefalopatía Espongiforme Bovina, conocida como el mal de las vacas locas, no obstante, comenta el líder empresarial los aumentos en el producto podrían estar relacionados la disminución en la oferta de carne en el mercado nacional.
Además de esta materia prima el restaurantero dice que tienen alzas en el precio del agua, el gas natural y otros servicios.
La baja demanda, detalla, es resultado de la disminución que experimenta el turismo de negocios en la región que no registra auge de negocios desde hace dos años.
“Subsistir se convierte en la meta de corto plazo de los restauranteros, ni siquiera esperamos utilidades”.