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Scarlett Johansson, joven, talentosa e imparable

El País

Madrid, España.- No ha cumplido 20 años y su nombre ya suena relacionado con los premios Oscar. Y por partida doble: por su enganche emocional con Bill Murray en Lost in Translation y por inspirar a Vermeer en La Joven de la Perla, ambas de estreno este mes. Sus armas (una naturalidad de manual, una mirada cálida y una voz de esas que dejan eco) están haciendo temblar a las ?barbies de Hollywood?. Su última alegría: convertirse en la hija de John Travolta.

A sus 19 años recién cumplidos Scarlett Johansson, ha trabajado con lo mejor de la profesión: de Robert Redford (El Señor de los Caballos) a los hermanos Coen (El Hombre que Nunca Estuvo Allí), de Steve Buscemi (Ghost World) a Bill Murray (Lost in Translation) o Colin Firth (La Joven de la Perla).

Un carrerón para una de las actrices más inteligentes de Hollywood, que conserva una carrera sin resbalones y que es capaz de otorgar credibilidad a todos sus papeles. Scarlett parte este año como una de las favoritas a los Oscar, un respaldo innecesario para una de esas intérpretes de futuro que Hollywood necesita como agua de mayo y que no abundan en un panorama minado por jovencitas con sobredosis de silicona. Ellos lo saben y, por eso, esta actriz de labios imperfectos y ojos dulces ya tiene cinco proyectos en marcha.

¿Cómo se involucró en Lost in Translation? -Sofia Coppola me llamó hace un par de años. Me dijo que estaba escribiendo un guión y que le gustaría mucho que yo fuera la protagonista. Me lo envió y me pareció maravilloso, así que la llamé y le dije que sería un placer.

Y se fueron a rodar a Tokio? -Sí, estuvimos allí un mes, un equipo muy pequeño. Lo peor fue la dificultad a la hora de comunicarte, porque allí nadie habla inglés, bueno, lo hablan mucho o absolutamente nada, no hay término medio. Así que tenías que ir con un traductor a todas partes. Por otro lado, Bill (Murray) nos alegró el rodaje a todos.

Háblenos un poco de Bill -¿Qué te voy a decir de él? Pues que es un mito, para mí era increíble poder girar la cabeza y verle. Siempre fui una gran fan de Atrapado en el Tiempo. Es un tipo genial y da gusto trabajar con él, creo que eso es lo mejor de ser actriz, disfrutar de la compañía de algunos de los mejores actores del mundo.

¿Qué tal se sintió haciendo de una chica casada y cinco años mayor que usted, enamorada de un hombre de 50 años? -(Risas). Tal como lo pintas parece algo malo. No sé, creo que no pensé en eso, y cinco años no me parece un abismo insalvable. En todo caso, cualquiera que vea la película entenderá que no se puede reducir todo a hombre-mayor-conoce-chica-joven.

¿Y esa historia de las bragas? -Bueno, a mí me daba mucha vergüenza esa escena, así que, para convencerme, Sofia (Coppola) se las puso y me enseñó cómo le quedaban. Claro, con un cuerpo como el de Sofia es fácil que te queden bien. Al final lo hice y estoy muy contenta... aunque no parezca una chica demasiado decente (risas).

¿Había visto Las vírgenes suicidas? -Sí, me encantó, pero creo que no tiene nada que ver con Lost in Translation, de hecho me cuesta creer que fueran dirigidas por la misma persona. Ésa es una de las cosas que más me gustan de Sofia, su capacidad para cambiar. Además, creo que es mucho más complicado escribir un guión original que adaptar un libro.

También ha participado en La joven de la perla, una película totalmente diferente. -Sí, básicamente porque transcurre en el siglo XVII. Es una película sobre Vermeer y su relación con Griet, mi personaje, una chica del servicio doméstico. En el fondo también subyace esa idea de romance, de amor platónico. Y el trabajo con la fotografía es impresionante.

Tiene una carga sexual importante, aunque no se vea nada. -No me interesa salir completamente desnuda en ninguna película, creo que rompe el hechizo. Nunca tienes que darlo todo. No lo haría ni aunque se tratase de un proyecto erótico o algo por el estilo.

Pero, a pesar de eso, es un filme muy intenso. -Por supuesto, rodarlo fue mucho más duro a nivel emocional que Lost in Translation. Los actores somos muy vulnerables y a veces es difícil no implicarte en esta clase de papeles, como éste donde Colin (Firth) y yo tenemos ese eterno tira y afloja.

Y, además, acaba de rodar un proyecto con John Travolta. -Sí, se titula A Love Song for Bobby Long y la he rodado en Nueva Orleans. ¿Y sabes una cosa? ¡Amo a John Travolta! Es estupendo y ha sido divertidísimo trabajar con él, porque prácticamente me adoptó. ¿No es bonito ser la hija de John Travolta?

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