El lanzador de Medias Rojas simpatiza con el todavía presidente de Estado Unidos
WILMINGTON, EU.- El lanzador derecho Curt Schilling, de los Medias Rojas de Boston, no dejó ayer ninguna duda de sus credenciales políticas republicanas al acompañar de manera sorpresiva al presidente estadounidense George Bush en uno de sus últimos mítines electorales.
Schilling, que después de haber ganado la Serie Mundial con los Medias Rojas, manifestó su apoyo incondicional a la reelección del presidente Bush, no había podido asistir a otro acto el pasado viernes después de reconocer que no se expresó de manera correcta nada más terminar la competición deportiva.
El lanzador derecho ganador del sexto partido de la serie de Campeonato de la Liga Americana ante los Yanquis de Nueva York y el segundo de la Serie Mundial frente a los Cardenales de San Luis, apareció junto al presidente Bush en Wilmington, mientras tenía el tobillo derecho protegido por una bota especial.
Schilling, que tiene previsto pasar por el quirófano esta semana, dijo que había llegado para decirles a los votantes que Bush era el jefe ideal para seguir al frente de la nación en la lucha contra el terrorismo.
"Las tropas tienen el Busch, todo lo que necesitan para hacer su trabajo y al final ganar la guerra al terrorismo", destacó Schilling. "Cada uno nos gusta estar en un equipo ganador y por eso debemos apoyar la reelección del presidente Bush".
Schilling, que estuvo acompañado de su esposa Shonda, después de completar su breve discurso de apoyo al mandatario estadounidense le dio un abrazo.
Mientras tanto, la mayoría de los peloteros, dueños y directivos de los Medias Rojas, el domingo dieron públicamente su apoyo al candidato demócrata, el senador John Kerry, un ferviente seguir del equipo de Boston, donde él tiene su residencia.