EFE
PARIS, FRANCIA.- El crecimiento de la economía mexicana se acelerará este año hasta el 4.2 por ciento, gracias al tirón de las exportaciones a Estados Unidos y al precio elevado del crudo, según la OCDE, que espera una ligera ralentización al 3.9 por ciento en 2005 para volver al 4.2 por ciento en 2006.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en su informe semestral de "Perspectivas Económicas" divulgado ayer, revisó al alza en siete décimas sus previsiones sobre México para este año, pero recortó en tres décimas sus expectativas para 2005.
En la primera mitad de este año, la economía mexicana se aceleró por la demanda externa (se espera un ascenso del 12.4 por ciento de las exportaciones en el conjunto del año, frente a una subida del 10.5 por ciento de las exportaciones) y la inversión privada, al tiempo que el consumo era alentado por la firmeza del empleo en el sector formal, según la organización.
El buen comportamiento de los ingresos petroleros por la subida del crudo y de las inversiones extranjeras han contribuido a reducir el déficit de la balanza por cuenta corriente en México, señala la OCDE, junto con la devaluación del peso frente al dólar (un cuatro por ciento en los diez primeros meses).
Una de las consecuencias de esos factores ha sido el repunte de la inflación, hasta el 5.4 por ciento en octubre en tasa interanual, y se espera en torno al cinco por ciento a finales de año, lejos del objetivo del tres por ciento del banco central mexicano.
Para los años venideros, la OCDE augura una ralentización del alza de las exportaciones mexicanas (8.4 por ciento en 2005 y otro tanto en 2006), pero también el mantenimiento del dinamismo de las inversiones, que estimularán la actividad.
Simultáneamente espera un reforzamiento del empleo en el sector formal (el paro bajará este año una décima al 2.4 por ciento y al 2.3 por ciento en los dos años siguientes).
Los autores del informe advierten de que el principal factor que podría amenazar la evolución del crecimiento a corto plazo de México sería un paro en el programa de reformas, aunque también aluden a otros riesgos vinculados a la vulnerabilidad de las finanzas públicas frente a las fluctuaciones mundiales del precio del crudo.
La organización calcula que las necesidades de financiación del sector público mexicano este ejercicio se situará ligeramente por encima del tres por ciento del PIB y que el objetivo fijado "se logrará fácilmente".
Para 2005, cuando el gobierno mexicano espera en su presupuesto el equilibrio de las cuentas públicas y una disminución de esas necesidades de financiación, ese "club de países desarrollados" considera que "los objetivos presupuestarios se deberían alcanzar fácilmente" sobre la base de una hipótesis de bajada progresiva de los precios del petróleo.
En cualquier caso, afirma que "es necesaria una reforma fiscal tendente a incrementar los ingresos para reducir la vulnerabilidad de las finanzas públicas frente a las fluctuaciones de los precios del petróleo".
Los autores del informe calculan que el déficit por cuenta corriente de México aumentará por la recuperación de la demanda interna y se situará ligeramente por encima del dos por ciento del PIB de aquí a 2006, pero que eso lo financiará ampliamente la inversión directa extranjera.
En cuanto a la política monetaria, la OCDE considera "indicado" el endurecimiento de la política monetaria llevado a cabo por el Banco Central mexicano, que "reaccionó rápidamente" ante las anticipaciones inflacionistas y subió los tipos de interés, recordó.
"Eso debería ayudar a ralentizar el alza de los precios al consumo, pero es poco probable que se pueda alcanzar el objetivo de inflación antes de 2005", según la organización.