EL SIGLO DE TORREÓN
/AGENCIAS
MéXICO, DF.- Al cierre de esta edición, los senadores se encontraban aún discutiendo las reformas a la Ley del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en una atmósfera tensa. El conflicto en torno a los cambios ha crecido no sólo por el “sitio” de trabajadores del Instituto al Senado, además por la amenaza de un paro nacional el primero de septiembre.
Y es que ayer el líder de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT), Francisco Hernández Juárez, urgió a lograr una negociación de última hora del IMSS con su sindicato, sobre el Régimen de Jubilaciones y de Pensiones.
Además, previno que si el Senado aprobaba la reforma que le turnó la Cámara de Diputados, el primero de septiembre los sindicatos cortarán los servicios de electricidad y de teléfono, durante la ceremonia del cuarto informe presidencial.
Hernández Juárez comentó: “Si el Presidente de la República le da instrucciones a Levy de que negocie con el sindicato y que firme la propuesta gremial, habrá arreglo; de lo contrario, el camino es la huelga general y el paro el día del informe”.
El voto legislativo se esperaba en las primeras horas de hoy y según con los primeros posicionamientos en tribuna se preveía el voto del PAN a favor, el PRD en contra y la bancada del PRI mantenía divergencias.
No fue sino hasta las 21:30 horas cuando los senadores iniciaron la discusión sobre las pensiones. Para el debate se inscribieron 17 oradores, nueve en pro y ocho en contra del dictamen y al cierre de esta edición seguían debatiendo sobre el particular.
Por su parte, el presidente Vicente Fox ofreció una “total apertura” en la negociación de la Reforma al Régimen de Pensiones y jubilaciones del IMSS, con miras a encontrar los “mejores caminos”, en una situación en la que se van acabando los márgenes de maniobra en el manejo presupuestal.
Ayer, por tercer día consecutivo, la capital se convirtió en rehén de manifestantes. Marchas de jubilados y trabajadores del Seguro Social contra las reformas al sistema de pensiones desquiciaron el tráfico desde las 08:30 horas. Más de 11 mil manifestantes convirtieron el primer cuadro del DF en un área caótica y cientos rodearon el Senado.
Tras una intensa maniobra de seguridad, los miembros de la Cámara Alta pudieron ingresar al recinto. Según cifras oficiales, 350 granaderos fueron necesarios para resguardar la vieja casona de Xicoténcatl, pues los inconformes no se replegaron. Además, casi dos mil uniformados formaron vallas para evitar que irrumpieran los manifestantes en la sesión extraordinaria, donde se discutían las reformas.