La gerencia de la Comisión Nacional del Agua (CNA) aseguró que no es responsable de los derrames que han registrado las presas en los municipios de Durango, Súchil, Poanas y Caboraca, y acotó que los desfogues salen por los vertedores de demasías, luego de las acusaciones de algunas poblaciones que han sufrido inundaciones por los desbordamientos de ríos.
Adicionalmente destacó que las precipitaciones pluviales y por consecuencia los escurrimientos han superado todas las expectativas, incluso, están por arriba de la media histórica registrada en los últimos 70 años en el estado de Durango.
Sin embargo, de no existir las presas los resultados serían catastróficos para la entidad, precisó el gerente de la CNA, Miguel Calderón Arámbula, en el marco de la instalación del Consejo Municipal de Protección Civil.
En el caso particular del municipio de Poanas, destacó que desde la construcción de la presa Francisco Villa ?en 1968-, no se había vertido tanta agua al río. Sólo se habían presentado dos casos críticos.
En 1992 se derramó por el vertedor de demasías diez metros cúbicos por segundo; en el 2003 fueron 30 metros cúbicos por segundo y 114 m3 por segundo en este septiembre del 2004.
De acuerdo con los datos técnicos, el Río Poanas tiene una capacidad para recibir hasta 60 metros cúbicos por segundo, es decir, el cauce fue superado al doble, asentó Calderón Arámbula.
Ciertamente hay daños, dos mil 500 hectáreas siniestradas y afectaciones en viviendas; sin embargo, en términos generales se puede hablar de un ?saldo blanco?, asentó el funcionario de la dependencia federal del sector hidráulico.
Adicionalmente, al 31 de agosto, las precipitaciones pluviales que se habían captado superaban la media histórica que se registró entre 1923 y 2003 en el estado de Durango, es decir, es un reflejo de los niveles extraordinarios de las lluvias captadas en este año, comentó.
Aunque los riesgos son evidentes y la preocupación para las autoridades y la población civil sigue latente, hay datos positivos, entre los cuales puede mencionarse que la alta captación de las presas permitirá garantizar el abasto de agua para las siembras que se trabajan en las modalidades de riego, agregó Calderón Arámbula.