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Roma, italia.- El actor mexicano Gael García Bernal fue calificado por la prensa italiana como “el actor del momento”, “la nueva estrella internacional” o “el futuro máximo divo”, tras la presentación en Cannes de la cinta La Mala Educación.
“El festival lo consagró para alegría de las adolescentes que lo vieron desfilar sonriente sobre la alfombra roja”, señaló un artículo del diario Corriere della Sera.
Agregó que “Si lo máximo para un actor es cambiar de piel, (García) Bernal se merece el Oscar”, en referencia a su actuación en la película La Mala Educación, del español Pedro Almodóvar.
En la cinta, el mexicano interpreta tres papeles, además de que en Cannes se presentó también el filme Los Diario de Motocicleta, de Walter Salles, en el que García Bernal interpreta a Ernesto “Che” Guevara.
El crítico italiano Tullio Kezich destacó en las páginas del Corriere della Sera, que entre los intérpretes “todos perfectos”, de La Mala Educación, sobresale García Bernal “en una triple encarnación conmovedora y virtuosa”.
Para la experta Natalia Aspesi, del diario La Repubblica, el mexicano “es considerado la nueva estrella internacional”.
“Es un muchacho pequeño, de aspecto frágil, de aire tímido y reflexivo, conmovedor como un adolescente, pero como actor es capaz de transformarse”, dijo.
“En el filme de Almodóvar es ambiguo, angelical, indiferente, peligroso, misterioso, mentiroso que gusta a los hombres y se puede convertir en una mujer bellísima y fatal como pueden serlo solamente los travestis”, agregó.
Destacó que, en cambio, en Los Diarios de la Motocicleta “es el joven Ernesto Guevara, argentino, en viaje por Sudamérica antes de convertirse en el comandante Che y herido del descubrimiento de la miseria y el abandono de esas tierras”.
También los diarios Il Manifesto, La Stampa e Il Messaggero destacaron la interpretación de García Bernal en La Mala Educación, calificada de “magnifica”.
Gael García Bernal se convirtió, de la mano de Pedro Almodóvar, en una de las primeras estrellas de la edición 57 del Festival Internacional de Cine de Cannes, en donde además de acaparar las portadas de diarios y revistas, se dará el lujo de presentar dos filmes en la Sección Oficial: La Mala Educación (fuera de concurso) de Almodóvar y Diarios de Motocicleta de Walter Salles (en competencia por la Palma de Oro).
En esa fastuosidad del certamen cinematográfico más importante del mundo, el actor tapatío explicó que su presencia en Cannes es un proceso “punitivo, en el que tienes que pasar por mucho sufrimiento para poder disfrutar el resultado”.
Y es que el rodaje de La mala educación fue uno de los trabajos más complejos para el protagonista de Y tu mamá también , quien junto con Almodóvar, Quentin Tarantino y Emmanuelle Beart, es una de las primeras estrellas que llegan a la Costa Azul.
“Me siento feliz de disfrutar esto, para lograr este resultado pasé por un proceso doloroso, que tal vez sea totalmente frívolo, vanidoso, pero que por otro lado es muy esencial.
“Trabajar con Almodóvar fue algo muy complejo, en toda la expresión de la palabra, porque tuve desde un momento catártico de felicidad, hasta uno patético en el que quería ‘tirar la toalla’”, añadió antes de pasar por la alfombra rumbo al Palais du Cinéma.
En la conferencia de prensa, Gael se refirió al cineasta manchego como un genio que sabe lo que quiere, y con el que “empieza un juego de complicidad que pocas veces consigues con un director. Es un gran orgullo y una gran experiencia haber trabajado con alguien así”. En tono de broma Gael aseguró que recibió algunos tips de buenas y buenos amigos para aprender a caminar con tacones.
Almodóvar fue el blanco de la mayoría de las preguntas y en castellano, defendió a cada uno de sus personajes, y dijo que eligió a Gael García Bernal porque “necesitaba a alguien con esa belleza inocente para que no diera pistas de que detrás de eso había un monstruo”.
También dijo que el tema principal de La mala educación es el riesgo, “porque habla de personajes que viven en peligro todo el tiempo” y criticó a los colegios católicos en su cinta.
“Es una educación perfecta para sicópatas, es un milagro que me haya desarrollado de modo normal como director de cine. Recibí una educación basada en el miedo al castigo y en la sensación de sentirte culpable. Pero el filme no es acerca del abuso de los sacerdotes, sino los curas, la relación religiosa y el amor prohibido.”
Almodóvar, también elogió a Daniel Giménez Cacho, de quien dijo: “Capturó el amor que un sacerdote sentía por un niño”.
“Quería que Daniel Giménez Cacho demostrara que es consciente de que ama algo prohibido, pero que el hecho de ser consciente no le impide amarlo.” Acerca de la invitación para inaugurar Cannes, Pedro Almodóvar dijo que se siente como “un titiritero en un escenario descomunal, mirando al público con una sonrisa pícara, que promete muchas cosas, mientras va descorriendo una enorme cortina que esconde cientos de emociones”.