Señala el sector privado que faltan 300 mil piezas para alcanzar los niveles de 2000.
Notimex
MÉXICO, DF.- El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP) señaló que, pese a las cifras positivas sobre generación de empleo en el último año, no se ha logrado reponer siquiera el número de trabajos formales alcanzado en noviembre de 2000, cuando el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) registró 12.8 millones de trabajadores.
En el documento “Evolución del mercado laboral en México”, el CEESP anotó que a pesar de que se han repuesto más de 460 mil empleos perdidos durante la desaceleración económica de 2001 faltan 300 mil para alcanzar el máximo de 2000.
El organismo del Consejo Coordinador Empresarial (CCE) apuntó que, por ello, las necesidades de empleo en el país son crecientes y se perciben tendencias que muestran el deterioro del empleo formal.
La tasa de desempleo abierto en julio fue de 3.75 por ciento, tres centésimas de punto menor que la del mes anterior, con la cual se observa que las cifras recientes sobre desempleo han mostrado más volatilidad durante los últimos 12 meses que cuando se comparan con los niveles anteriores de junio de 2003. Así ubican a la Tasa de Desempleo Abierto en una trayectoria más elevada durante el último año.
Esa tendencia que por momentos parecía que regresaría a niveles en un rango entre dos y tres por ciento continúa consolidándose en niveles cercanos a cuatro por ciento. La reducción de tres centésimas en la TDA no es evidencia de un mejoramiento en el mercado laboral.
Explicó que desde febrero pasado el crecimiento económico ha generado puestos de trabajo formales de manera ininterrumpida, alcanzando más de 281 mil plazas nuevas conforme a cifras oportunas sobre registros del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
No obstante, precisó, ese dinamismo económico reciente junto con la creación de empleos es claramente insuficiente para reducir la TDA y alcanzar los niveles que mostró antes de la desaceleración económica.
El que se presenten elevadas TDA en relación con años pasados pese a la reactivación económica y la consecuente creación de puestos de trabajo refleja en gran parte el problema estructural de un déficit creciente de empleos, por la mayor proporción de la gente que ingresa a la Población Económicamente Activa (PEA) y la insuficiente capacidad de la economía para ofrecerles trabajo bien remunerado.
Sin embargo, detalló, quizás también muestra un deterioro del mercado informal como “vía alternativa”, lo que estaría agravando el problema del desempleo.
Dado que en general la economía informal produce puestos de trabajo de menor calidad muchas veces conduce a que más integrantes de las familias traten de entrar a la fuerza laboral para complementar el ingreso, presionando el desempleo al alza.
La consecuencia relevante del problema estructural de empleo que México sufre es sin duda la emigración de nacionales al mercado de Estados Unidos.
El creciente flujo de remesas del exterior es señal importante de que una mayor proporción de la población está emigrando por la creciente carencia de oportunidades de empleo en el país.
Empero, el deterioro paulatino de los indicadores también pudiera estar señalando la gradual saturación o el agotamiento de la capacidad del sector informal como vía alternativa por la baja capacidad para generar empleos mejor remunerados.
El problema estructural del mercado laboral en México también se refleja con más fuerza que en el pasado en la parte formal de la economía, agregó el CEESP.
En los últimos años de la década anterior el fuerte dinamismo económico de Estados Unidos influyó en parte en un fuerte crecimiento de la economía y del empleo formal en México, atemperando el problema de generación de puestos de trabajo.
A partir de la recesión estadounidense ha sido claro que la rigidez del mercado laboral en México no sólo no ha permitido generar empleos formales suficientes para la población que se integra año con año, sino también está ocasionando que su composición cambie rápidamente hacia unos de menor calidad.
Es decir, el problema no es sólo que la economía no genere empleos a los ritmos que lo hizo en el pasado (destaca que durante el trienio 1998-2000 los empleos crecieron 9.2 por ciento en promedio al año contra 1.6 por ciento durante 2001-2003) sino que también está deteriorándose la calidad del empleo formal en el país. Ello en razón de que se están sustituyendo los puestos de trabajo permanentes con más plazas de eventuales.
Para poner en perspectiva la rápida sustitución en la calidad del empleo que se desarrolla, resalta que mientras la participación de plazas de eventuales es de 14 por ciento del total en julio la contribución de las plazas nuevas en esa categoría en los primeros siete meses del año representa 42 por ciento del total, tres veces más que su participación.