Existe un listado con 45 productos del mar y río, con precios entre los doce y 332 pesos
El consumo de carne roja en la temporada de Cuaresma no es una prohibición litúrgica, pero tampoco es una obligación comer pescado, sostiene la Iglesia Católica, mientras que las tiendas de autoservicio y expendedores mayoristas se disputan la clientela que busca la compra de mariscos y otros productos del mar que llegan en toneladas durante este periodo especial.
El sacerdote católico Mariano Alberto Villalobos Salas dejó en claro que sólo el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo están catalogados por la Iglesia y el Consejo del Episcopado Mexicano como días de guardar ayuno obligatorio y abstinencia para comer carne roja.
Al margen de las cuestiones religiosas y sentimientos de culpabilidad por un presunto pecado, al menos diez tiendas de autoservicio y expendedores mayoristas, además de unos 70 puestos de la vía pública del giro de mariscos, ?hacen su agosto? por el notable incremento en el consumo de los llamados productos del mar y río.
PRECIOS
De acuerdo con monitoreos de la Delegación de la Procuraduría Federal del Consumidor, existe un listado con 45 productos del mar y río, con precios que pueden oscilar entre los doce y 332 pesos por kilogramo, según la especie que se pretenda consumir.
El seguimiento de febrero de ?¿Quién es quién en pescados y mariscos?? asentó que el producto más económico es el filete de calamar, con precios que varían de doce pesos a 16 pesos por kilogramo, dependiendo de la tienda, mientras que la lisa del Golfo puede ser adquirida entre los once y 41 pesos.
Otros productos enmarcados en precios de 20 pesos y 50 pesos por kilogramo son la trucha del país, sierra del Pacífico, sierra del golfo, pampano, mojarra tilapia grande, mojarra tilapia chica, el bagre, bandera, cazón, curvina y carpa.
INTERMEDIOS Y CAROS
En el nivel intermedio, se ubica el huachinango, está cotizado de 56 a 97 pesos por kilogramo; el atún ahumado, que está entre los 50 y 65 pesos; y el lenguado de filete fresco, que se adquiere entre los 70 y 85 pesos, reportó el monitoreo de la Profeco.
En la misma categoría intermedia se ubican el filete de mero congelado que se ofrece en los anaqueles de las tiendas de autoservicio de 90 pesos a 110 pesos; el pargo se encuentra entre los 50 y 60 pesos, así como el róbalo y el pulpo que están entre 60 y 110 pesos.
En el nivel de productos más caros, según la demanda de consumidores y el monitoreo de precios, se ubican básicamente los mariscos, a decir, camarón en sus diversas variedades, langosta, langostino y callo de hacha.
El camarón más barato está a 95 pesos el kilogramo, mientras que el más caro se ubica en 329 pesos, asentó el estudio económico de la fiscalía defensora de los consumidores.
La langosta de California ?única variedad de este marisco- cuesta 333 pesos y el langostino puede ser adquirido de 120 pesos a 224 pesos.
EN LA CALLE
A la lista de ofertadores que aprovechan la demanda de la temporada, se suman más de 70 puestos instalados en la vía pública que expenden desde los típicos cocteles de camarón, pulpo y otras especies, hasta el ceviche, tacos de marlin y otros antojitos preparados con productos del mar.
A nivel de calle, una tostada de ceviche de pescado o calamar representa desembolsar entre cinco y ocho pesos, pero se pueden sumar cinco pesos más cuando se agrega una porción de camarón o pulpo.
Un vaso o un plato de mariscos ?que puede contener en forma combinada pulpo, camarón, ceviche y otras especies- puede costar de 25 hasta 50 pesos, según la lista de precios en los puestos de la vía pública.
Mientras que se incrementa la demanda de este tipo de productos a nivel de calle y en los centros comerciales, las autoridades de la Dirección de Regulación Sanitaria de la Secretaría de Salud implementó un operativo para verificar las condiciones de los productos de mar y río que han llegado en esta temporada.
Hasta el momento se han revisado centros comerciales, mercados, expendios mayoristas y restaurantes, para verificar que los pescados y mariscos destinados para su comercialización en forma cruda o preparados estén aptos para el consumo humano, apuntó Carlos Granadino, titular de Regulación Sanitaria.
RELIGIÓN
Ayuno y abstinencia
Salvo el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo, en el resto de los días de la Cuaresma está permitido el consumo de carnes rojas, ya sea de res, cerdo o pollo, explicó el padre Mariano Alberto Villalobos Salas, capellán del Templo San Miguel de esta ciudad.
Sin embargo, acotó que el ayuno o la abstinencia no se centra a cuestiones alimenticias, que su ejercicio implica aspectos más integrales, como renunciar a la soberbia, orgullo, egoísmos y otras actitudes que alejan de la paz, la oración y la caridad.
?Igualmente hablar de ayuno puede tomarse como una invitación a realizar obras de caridad y misericordia, y diversos actos piadosos?, apuntó Villalobos Salas.
Y la abstinencia puede ser adoptada por una renuncia a ciertos vicios o prácticas de comodidad, agregó el sacerdote católico.
Los sacrificios en la alimentación pueden ser el consumo de cierta comida no tan rica o exquisita como las lentejas, los chuales, habas y otros platillos que pueden representar un sacrificio, si se deja de comer carne u otros platillos.
MONITOREO
Oferta y demanda
Entre la creencia religiosas y la mercadotecnia comercial, el consumo de productos del mar se incrementa en la temporada invernal, y los precios suben.
Producto Más barato Lo caro
Calamar 11.90 15.90
Carpa 16.90 19.90
Bagre 22.00 36.00
Sierra 26.00 55.00
Huachinango 50.00 96.90
Pargo 50.00 60.00
Camarón 95.00 329.00
Langosta ND 333.00
FUENTE: Procuraduría Federal del Consumidor.
