06 de mayo 2004.
Marsella Francia, (EFE).- Dos goles de Didier Drgoba dieron al Olympique de Marsella el pasaporte para la final de la Copa de la UEFA por segunda vez en su historia y certificaron la eliminatoria del Newcastle (2-0).
El conjunto francés se enfrentará el próximo día 19 frente a un rival español en Gotemburgo (Valencia o Villarreal) para tratar de lograr por primera vez el trofeo y unirlo así a la Copa de Europa que logró en 1993 y volver a sonar en Europa como hace unos años.
Será el segundo equipo procedente de la liga francesa que disputa una final europea esta temporada, después de que el Mónaco se clasificara para la de la Liga de Campeones.
El acierto del delantero marfileño, que suma seis tantos en Copa de la UEFA, hizo fracasar el intento del Newcastle de llegar a una final que le hubiera permitido optar a ganar un título europeo 35 años después.
El Marsella partió con cierta ventaja en el partido tras el empate a cero logrado en el partido de ida en Newcastle, por lo que ninguno de los dos equipos logró el control del juego en los primeros minutos.
Los dispositivos tácticos, tanto de José Anigo como de Boby Robson, hacían presagiar un encuentro de lucha en el centro del campo y los jugadores de ambos bandos se aplicaron a ahogar cualquier osada iniciativa de los rivales.
Hasta que, en el primer contragolpe marsellés, Drogba se deshizo de la presión de Hughes en un certero golpe de talón que le permitió marcar el primer tanto a los 18 minutos.
El gol no cambiaba el panorama del partido, puesto que un gol del Newcastle daba a los ingleses el pasaporte para la final de Gotemburgo.
En esa tarea se aplicaron los hombres de Bobby Robson, que sin ejercer una enorme presión, dispusieron de ocasiones a balón parado en las botas del francés Laurent Robert, que no estuvo eficaz pese al evidente deseo de dejar una buena imagen ante sus compatriotas.
Tampoco tuvo éxito Alain Shearer, que fue el objetivo prioritario de la atención de la defensa marsellesa, que logró secarle.
Como no tenían éxito en sus intentos de igualar la contienda, el Marsella fue tomando las riendas del partido y la velocidad de Drogba pesó como una amenaza constante en la defensa del Newcastle.
Tras el descanso los hombres de Robson salieron más motivados y dispusieron de un par de ocasiones para lograr el gol que les daba ventaja en la clasificación.
Pero el desacierto de cara a la portería fue relajando los esfuerzos de los ingleses que relajaron sus esfuerzos.
El Marsella volvió a respirar y la amenaza de Drogba recuperó toda la sensación de peligro que había tenido en la primera mitad.
Marlet y Drogba no se entendieron en un primer contragolpe que habría dejado al marfileño solo ante Given.