AGENCIAS
FREETOWN, SIERRA LEONA.- Los 24 ocupantes de un helicóptero que transportaba a funcionarios de la Misión de las Naciones Unidas en Sierra Leona (UNAMSIL, por sus siglas en inglés) murieron cuando la aeronave se estrelló ayer, cerca de la ciudad de Yengema, en el este del país, confirmaron en Freetown portavoces del organismo de la Organización de las Naciones Unidos (ONU).
La aeronave, un Mi-8 de fabricación rusa fletado a la compañía ucraniana UT Air, despegó a las 7:00 de la capital sierraleonesa con destino a Yengema, situada 293 kilómetros al este, pero nunca llegó, según las fuentes.
Otro helicóptero que sobrevoló el lugar del accidente constató que el aparato siniestrado aún está en llamas y se encuentra en un área selvática a la que es muy difícil llegar en vehículos terrestres.
“Era un vuelo de rutina y estamos en contacto con todas nuestras unidades en el distrito” de Yengema, había indicado el portavoz de UNAMSIL, Daniel Adekera, a poco de desaparecer el helicóptero, cuya búsqueda comenzó tan sólo siete minutos después de que la tripulación dejara de informar la posición del aparato.
En Nueva York, la oficina del secretario general de la ONU Kofi Annan dijo que el organismo mundial inició una investigación del accidente.
“El secretario general extiende sus profundas condolencias a las familias y Gobiernos de los que han perecido en esta tragedia”, indicó el parte. En Sierra Leona hay fuerzas pacificadoras de 21 países, entre ellas Gran Bretaña, la ex potencia colonial.
En el área de Yengema están estacionados varios batallones de soldados pakistaníes del contingente de la ONU en Sierra Leona para velar por el cumplimiento del armisticio que en 2002 puso fin a la guerra civil que azotaba a este país desde marzo de 1991.
Alrededor de 20 mil personas murieron a causa del conflicto, que causó asimismo el desplazamiento de cientos de miles y colocó a Sierra Leona, prácticamente desconocida hasta entonces, en las portadas de los periódicos debido a las mutilaciones y atrocidades cometidas por los guerrilleros contra los civiles.
La etapa más cruenta de la guerra comenzó en mayo de 1997, cuando el Gobierno del presidente Ahmed Tejan Kabbah fue depuesto en un golpe de Estado por un sector del Ejército, que suspendió la Constitución y se unió a los rebeldes del FRU.
Tejan Kabbah, quien se exilió en la vecina Guinea, fue restaurado en el poder en marzo de 1998 por las tropas de la Comunidad Económica de Estados de Africa Occidental (CEDEAO) que acudieron en su auxilio.
Los combates, que continuaron durante todo el año, se fueron acercando paulatinamente a Freetown, hasta que en enero de 1999, el FRU y sus aliados lanzaron un ataque contra la ciudad en el que murieron más de tres mil civiles.
Los efectivos de la CEDEAO consiguieron finalmente desalojar de la capital a los rebeldes, que en julio de ese año aceptaron negociar un nuevo acuerdo de paz, mediante el que pudieron incorporarse al Gobierno de Tejan Kabbah.
El FRU continuó, sin embargo, controlando las áreas diamantíferas del interior sierraleonés y luchando contra el Gobierno y sólo tras el despliegue en el país de un contingente británico y 13 mil cascos azules de la ONU se vieron forzados a comenzar, a principios de 2001, el desarme de sus milicias, que fue completado un año después.