BUENOS AIRES, ARGENTINA.- El ex futbolista Diego Armando Maradona protagonizó ayer una jornada "de película" en la que estuvo a punto de abordar un avión para viajar a Cuba y continuar en la isla su tratamiento contra su adicción a las drogas.
La partida de Maradona estaba prevista para ayer alrededor del mediodía, luego que la víspera sus abogados informaron que todo estaba listo para que el ídolo viajara a La Habana, donde sería recibido por el mismo presidente Fidel Castro.
En la mañana, sin embargo, se desató una serie de especulaciones que advertían que el ex jugador del Boca Juniors aún debía cumplir una serie de requisitos con la justicia argentina antes de viajar y canceló sus reservaciones.
La partida se dio por suspendida durante un par de horas, hasta que las televisoras locales interrumpieron su programación para anunciar en cadena que en la clínica donde está Maradona había movimientos que anticipaban su partida.
En medio de un misterioso operativo, que incluyó distracciones a los medios de comunicación, fueron arribando a la clínica amigos del ídolo, su ex esposa Claudia Villafañe y su mamá Dalma Franco, conocida popularmente como "Doña Tota".
En el aeropuerto internacional de Ezeiza, en tanto, la aerolínea Copa informó que había siete nuevas reservaciones para Maradona y sus acompañantes en un vuelo que partiría a las 12:40 horas rumbo a la isla caribeña, con escala en Panamá.
En ese momento, un amigo del astro que estaba en la clínica subía las pertenencias de Maradona a una camioneta, con palos de golf incluidos.
Como faltaba apenas una hora para que partiera el vuelo de Copa Airlines los medios hablaron de que el ídolo sería llevado en el helicóptero desde la clínica hasta el aeropuerto para que pudiera llegar a tiempo.
"Maradona se va", gritaron todos los medios durante 20 minutos, luego de los cuales Copa Ailines anunció que cerraba el registro de pasajeros y que, con la pena, el ídolo no había llegado y ya no podría abordar ese vuelo.
"Maradona se queda", fue entonces el aviso para un país que parece no cansarse de girar alrededor de cualquier movimiento, por mínimo que sea, que realice el mejor futbolista argentino de todos los tiempos.
El polémico y clásico toque maradoniano se dejó sentir de nuevo ante la incertidumbre de qué haría e incluso no faltó quien contemplara la posibilidad de que Copa retrasara su vuelo para esperar a quien, para los argentinos, es Dios.
Pero no, el avión partió mientras Maradona salía oculto de la clínica neurosiquiátrica en donde estuvo internado desde hace más de tres meses para dirigirse a la casa de sus padres en un barrio de las afueras de Buenos Aires.
Así que, entre idas y venidas, el ídolo debió quedarse de nueva cuenta y contra su voluntad en Argentina, a la espera de que este jueves haya cupo en algún otro vuelo que lo lleve a su ansiada isla.
Maradona aún sin permiso familiar para volar a Cuba
Diego Maradona no pudo viajar ayer a Cuba, como había planeado para seguir un tratamiento contra su adicción a la cocaína, porque su familia no dio aún el permiso legal para el traslado y el ex jugador, sorpresivamente, se recluyó en la casa de su ex esposa.
El juzgado que se ocupa del caso dijo que los familiares aún no firmaron los permisos para el traslado del ex jugador a una clínica en Cuba, país donde residió los últimos cuatro años.
"No puede retirarse porque no está firme la resolución (porque) no consintieron los familiares todavía (...) Legalmente no está en condiciones de abandonar la clínica", dijo una fuente del tribunal.
Maradona llegó a Argentina en marzo y estuvo internado en dos clínicas: primero en una de Buenos Aires por un problema cardiaco que lo dejó al borde de la muerte y luego en la neurosiquiátrica, en las afueras de la ciudad, en la que se encuentra actualmente.
La justicia debió intervenir en el tratamiento de desintoxicación del ex jugador porque sus padres, hermanos e hijas -representadas por la madre- lo trasladaron a la clínica neurosiquiátrica sin su consentimiento, debido a que el ex astro del futbol no estaba en condiciones mentales de elegir a dónde ir.
El miércoles, una vez conocida la noticia de que no volaría a Cuba ayer al mediodía, Maradona dejó la clínica neurosiquiátrica y se dirigió a la casa de su ex esposa Claudia Villafañe, en un barrio residencial de Buenos Aires.
Bajó del vehículo que lo llevó hasta allí cargando un bolso, saludó a las cámaras de televisión y entró al edificio acompañado de otra persona que cargaba otros bolsos. La orden legal implica que Maradona no puede dormir fuera de la clínica.
Una fuente muy cercana a Maradona indicó que la demora de la salida del ex jugador pone "alto riesgo" sobre el proceso terapéutico que se lleva adelante, debido a que según ya admitió su médico personal Alfredo Cahe, ya está terminado el tratamiento que se le dio en la clínica neurosiquiátrica.
Tiempos legales
El lunes el juez a cargo del proceso le permitió a Maradona salir del país para internarse en un centro de salud en Cuba. Las personas vinculadas al proceso judicial tienen cinco días hábiles para notificar al tribunal su consentimiento u oposición al traslado de Maradona.
Si todas las partes dan su visto bueno antes del martes, Maradona podrá viajar a la isla caribeña de gobierno comunista, pero si falta alguna firma deberá esperar hasta ese día.
En cambio, si alguna de las partes presentara una objeción antes del martes, la sentencia del juez volvería a quedar cuestionada y deberían reiniciarse las negociaciones para decidir el destino del ex jugador.
Los médicos y los familiares de Maradona habían acordado la semana pasada que el tratamiento continúe en la clínica Censam de La Habana, la capital cubana, donde se trata a los pacientes bajo un riguroso sistema de aislamiento.
En su más reciente aparición pública en una entrevista televisada en el Canal Nueve de Buenos Aires, "el diez", de 43 años, apareció obeso aunque lúcido, a diferencia de otras ocasiones en donde mostró problemas para razonar con claridad.