Seis hombres que portaban ametralladoras dominaron a los cinco agentes que estaban de turno y los obligaron a abrir las celdas.
31 de mayo 2004.
Sao Paulo, (EFE).- Al menos 147 presos se fugaron hoy de una comisaría de policía de Sao Paulo después de que varios hombres armados atacaran el lugar para rescatar a un cómplice, informaron fuentes oficiales.
Según la policía, seis hombres que portaban ametralladoras entraron esta madrugada en la comisaría del barrio de Campo Belo, donde tras dominar a los cinco agentes que estaban de turno los obligaron a abrir las celdas.
El objetivo de la banda era rescatar al preso Ricardo Ferreira, quien estaba tras las rejas desde comienzos de este mes por su participación en el asalto a un carro de transporte de valores, informó la policía.
Con Ferreira huyeron otros 146 de los 188 presos que estaban hacinados en las celdas de la comisaría, que sólo tiene capacidad para 30 reclusos.
Los policías enviados como refuerzo a la comisaría atacada capturaron horas después a 68 de los fugitivos.
Debido a la precaria situación de las prisiones brasileñas, muchas comisarías de policía de barrio son improvisadas como cárceles para presos que no han sido condenados, y con frecuencia son objeto de ataques por parte de pandillas que buscan liberar a cómplices arrestados.
"Los presos peligrosos no pueden estar en comisarías de policía sino en penitenciarías", dijo el gobernador de Sao Paulo, Geraldo Alckmin, al comentar la fuga masiva de hoy.
Según la policía, la semana pasada había sido pedido el traspaso de Ferreira a una cárcel común por considerarlo un preso de alta peligrosidad, pero la solicitud no fue atendida.
La fuga masiva de la comisaría en Sao Paulo se produce en momentos en que las autoridades de Río de Janeiro tratan de poner fin a una rebelión de cerca de 800 reclusos que desde el sábado están amotinados en una cárcel de esa ciudad, donde tomaron a unos 36 rehenes, uno de los cuales fue asesinado el domingo.