El siniestro se produjo entre las islas de Corregidor y El Fraile, situadas en la entrada a la bahía de Manila.
26 de febrero de 2004.
Manila, (EFE).- Un barco de pasajeros que cubría la ruta entre la capital filipina, Manila, y Cebú, se vio envuelto en llamas por causas aún desconocidas, y al menos una persona ha muerto en el siniestro, según una emisora local.
El accidente se produjo entre las islas de Corregidor y El Fraile, situadas en la entrada a la bahía de Manila y frente a las costas de la capital filipina.
En torno a la una de la madrugada del viernes (17.00 gmt del jueves), la tripulación dio aviso a los servicios de guardacostas que inmediatamente se dirigieron a socorrer a quienes se encontraban a bordo El barco siniestrado, el Superferry 14, tiene capacidad para 1.126 pasajeros, pero en el momento del siniestro viajaban a bordo 717 pasajeros y 153 miembros de la tripulación.
Fuentes de los servicios de guardacostas afirmaron que los equipos de rescate fueron desplazados inmediatamente al lugar del siniestro junto con fuerzas de la marina y los botes pesqueros que faenaban en la zona.
Más de 300 personas fueron rescatadas del barco en llamas, pero centenares más seguían en su interior. Las faenas de rescate estaban siendo dificultadas por el mal temporal y los vientos reinantes en la bahía de Manila.
Según un portavoz oficial el fuego habían sido sofocado, pero testigos presenciales afirmaron que horas después del incendio podían versen las llamas en diferentes partes del barco.
Se desconocen las causas que provocaron el accidente aunque la versión de unos de los pasajeros apuntaba al mal funcionamiento de un aire acondicionado y otras fuentes indicaron que el incendio brotó en la cocina.
Fuentes oficiales afirmaron por su parte que estaban investigando la información divulgada por una radio local según la cual al menos una persona perdió la vida.
Este es el último de los accidentes de barco que regularmente tienen lugar en este país asiático con más de 7.000 islas, unidas entre sí por un servicio de barcos de pasajeros y carga.
Uno de los más graves tuvo lugar en 1987, cuando murieron más de 4.300 personas al colisionar un barco de pasajeros y un petrolero.