24 de marzo de 2004.
Ramala, (EFE).- El presidente palestino, Yasser Arafat, dijo hoy, miércoles, que se opone a "cualquier ataque contra civiles, sean palestinos o israelíes", en medio de los llamamientos de las milicias para vengar la muerte del líder de Hamas, Ahmed Yassin, asesinado por Israel el lunes.
"Lo hemos dicho en varias ocasiones, rechazamos los ataques contra civiles, sean palestinos o israelíes", manifestó Arafat a la prensa tras entrevistarse en Ramala con una delegación de miembros de la Internacional Socialista.
Preguntado si cree que en el lado israelí existe un socio para la paz, Arafat repuso: "Respetamos la elección de los israelíes de elegir a su primer ministro". Arafat se entrevistó hoy con una delegación de la Internacional Socialista encabezada por Luis Ayala, su secretario general, a quien agradeció su apoyo y "los esfuerzos por una paz justa y global".
"Agradecemos -indicó- a la UE y a la Internacional Socialista su ayuda mientras los israelíes confiscan nuestro dinero", aseveró el presidente palestino, quien también instó al "Cuarteto de Madrid" y a los Quince a "condenar y opner fin a los crímenes israelíes, como el asesinato de mi hermano, el jeque Ahmed Yassin".
Arafat llamó también al envío de observadores internacionales a la zona, a fin de que vigilen el cumplimiento de la Hoja de Ruta. Por su parte, el representante de la Internacional Socialista, el chileno Luis Ayala, señaló: "Estamos aquí para contribuir a la paz y seguridad, llamando a la comunidad internacional a que garantice la seguridad en los territorios palestinos y no socave la autoridad de la ANP".
Y añadió que "si la comunidad internacional no puede encontrar una solución al conflicto entre israelíes y palestinos, no será capaz de combatir el terrorismo global".
Por último afirmó que "el establecimiento de un Estado palestino es la única solución para la estabilidad en Medio Oriente y para combatir el terrorismo internacional. Llamo a la comunidad internacional a que tome cartas en el asunto".
Hamas amenaza a Sharon
El Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamas), anunció hoy que el primer ministro israelí, Ariel Sharón, se ha convertido en objetivo de ataques por parte del brazo armado del grupo, los "Batallones de Izadín Al-Kasam".
Así lo ha expresado en la página web del movimiento, su líder político, Jaled Mashal, que reside en Siria, "El premier israelí Sharón se ha convertido en objetivo de la resistencia palestina y de los batallones Al-Kasam, en represalia por el asesinato del jeque Ahmed Yassin", asegura Mashal.
Las afirmaciones del histórico dirigente islámico se divulgan después de que el Gobierno israelí amenazara con "liquidar" a toda la cúpula de Hamas, y en particular al nuevo dirigente provisional, Abdel aziz Rantisi.
Asimismo, Hamas distribuye desde ayer una carta simbólica en la que figuran los nombres y fotografías de funcionarios israelíes blancos de ataques, a semejanza de la baraja de los más buscados por EU del régimen de Sadam Hussein en Irak.
Hamas se retracta de amenaza a EU
El nuevo líder de Hamas en la Franja de Gaza dijo el miércoles que su grupo no atacará objetivos estadounidenses, pese a las amenazas proferidas anteriormente por el ala militar de la organización tras la muerte de su fundador a manos de Israel.
Hamas había indicado que atacaría a Estados Unidos por la muerte de Yassin, aunque raramente ha atacado blancos estadounidenses.
Pero Abdel Aziz Rantisi, designado el martes nuevo jefe de Hamas en la Franja de Gaza, dijo que los ataques del grupo están dirigidos solamente contra Israel. En numerosas ocasiones y en su página de internet, Hamas ha prometido destruir Israel y reemplazarlo por un estado islámico.
"Estamos en territorio palestino y actuamos solamente dentro del territorio palestino. Resistimos a la ocupación, nada más", dijo Rantisi a los periodistas en Gaza. "Nuestra resistencia continuará solamente dentro de nuestras fronteras, aquí, dentro de nuestro país".
Rantisi negó además las informaciones de que Hamas se unirá ahora a la red terrorista Al Qaeda, rumor que consideró una "propaganda sionista".