La consejra de Seguridad Nacional asegura que asuntis legales le impiden testificar ante el Congreso
29 de marzo de 2004.
Washington, (EFE).- La consejera de Seguridad Nacional de EU, Condoleezza Rice, salió al paso de las críticas que ha recibido en los últimos días al asegurar que le gustaría declarar en público ante la comisión que investiga el 11-S, como se le reclama, pero sostiene que se lo prohíben cuestiones legales.
Rice ha sido blanco de numerosas críticas por no comparecer bajo juramento ante la comisión y responder a las acusaciones formuladas en esas audiencias por el ex asesor en la lucha contra el terrorismo Richard Clarke, que denuncia que el Gobierno no valoró de modo adecuado la amenaza terrorista antes de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
En cambio, la asesora de seguridad del presidente George W. Bush se ha prodigado en los medios de comunicación para hablar del asunto. En declaraciones al programa "60 Minutes", de la cadena de televisión CBS, Rice declaró que "desde mi punto de vista, nada sería mejor que testificar" pero "es un principio establecido desde hace largo tiempo que los asesores de Seguridad Nacional no declaran ante el Congreso".
La alta funcionaria aseguró que, en los meses previos a los atentados, el Gobierno "se tomó en serio la amenaza" que representaba la red terrorista Al Qaeda. "No sé qué más podríamos haber hecho" para prevenir los atentados, insistió.
Rice también defendió la guerra contra Irak, descrita por Clarke como una distracción de la lucha contra Al Qaeda, como necesaria dentro del combate global contra el terrorismo, al asegurar que el régimen de Saddam Hussein era "peligroso" y "una gran causa de inestabilidad en la región".
La asesora de Seguridad Nacional se prodigó la semana pasada en comparecencias ante la prensa para criticar a Clarke, quien en su testimonio ante la comisión y en un libro de reciente publicación ha acusado a Bush de considerar "importante pero no urgente" la lucha antiterrorista antes de los atentados.