Iván Soto Hernández | El Siglo de Durango
Los priistastas no se han acostumbrado a la democracia del partido, declaró ayer el presidente del Comité directivo Estatal del tricolor Adrián Valles Martínez al opinar sobre la renuncia a su partido por parte del diputado local Francisco Garza Espino.
“Los priistas no nos hemos acostumbrado a la democracia interna en nuestro partido”, asumió Adrián Valles Martínez.
Al ser entrevistado por El Siglo de Durango sobre el particular, Valles dejó claro que hasta la tarde de ayer no había recibido confirmación oficial alguna por escrito, en la que Garza Espino notificara su separación de las filas del Revolucionario Institucional.
Lo que sí reconoció el dirigente partidista fue considerar lamentable la deserción de un priista con trayectoria en el partido, principalmente en la zona de la Comarca Lagunera. También aceptó que es un riesgo para el partido que proliferen las renuncias de militantes del tricolor en otras municipalidades.
Aunque puntualizó que no avala las posturas de los que aplauden los procesos internos cuando les va bien, y los descalifican cuando no les favorecen las tendencias electorales de los procesos internos.
Fue insistente al señalar que en el PRI de Durango no caben proyectos personales, mucho menos son aceptables las actitudes como la de Garza Espino, quien llega como diputado local en la actual legislatura porque fue una distinción que le hizo el partido, por lo cual será lamentable que abandone al grupo parlamentario del instituto político que lo postuló.
“Precisamente el diputado Garza Espino fue el primero en solicitar que en las elecciones internas para los ayuntamientos se modificara el mecanismo de convención de delegados por el de consulta abierta a la base. Es lamentable que ahora renuncie, pero no es una circunstancia que el PRI pueda controlar”, dijo Valles Martínez.
Ex compañero de Francisco Garza en el Congreso del Estado hasta que pidió licencia para atender la dirigencia del tricolor en el estado, Adrián Valles mandó una clara señal a los que están pensando en abandonar al partido si las circunstancias no les favorecen en sus intereses personales: “El partido no tiene posibilidad de controlar las posiciones en los municipios. La decisión en 30 de ellos será de la ciudadanía, voto por voto”.
El entrevistado indicó que de manera extraoficial se enteró de que Garza Espino se va a la coalición opositora formada por los partidos PT-PRD-CD; sin embargo, al respecto expuso: “No tenemos aún cultura de democracia interna en el partido. No podemos justificar eso de que si nos favorecen las cosas hablamos bien, y si no, hablamos mal”.
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Conflicto
Hay diferencias
Antes de ser cuestionado sobre el asunto de la renuncia de Francisco Garza Espino al partido, Adrián Valles había sido abordado en exclusiva por El Siglo de Durango en la mañana de ayer, cuando se le preguntó sobre las pugnas entre los equipos de campaña de los diferentes candidatos y precandidatos de su propio partido.
El Presidente del Comité Estatal del PRI aceptó que tenía conocimiento de que hubo “diferencias” entre los colaboradores del candidato a diputado local por el Distrito I, Rodolfo Guerrero García, y el precandidato a la Presidencia Municipal de Durango, Jorge Herrera Delgado.
Los datos obtenidos por este medio implican que el equipo de Guerrero García habría tenido conflicto con el de Herrera Delgado el pasado jueves por la tarde, cuando ambos hacían proselitismo en la colonia Santa María de la ciudad de Durango.
Las fuentes que proporcionaron la información aseguraron que el equipo del hijo del Gobernador prácticamente saboteó un evento que realizaría en la citada colonia el aspirante a candidato a alcalde, al desorientar a la gente y pedirle que no acudiera a ese mitin político de Herrera.
Valles, al respecto, dijo que no había recibido una queja formal en ese sentido; sin embargo, con la información extraoficial que le hicieron llegar, opinó que los equipos de campaña y de precampaña de los diferentes aspirantes priistas deben respetarse entre sí y no caer en confrontaciones que puedan dañar los intereses del partido.
