Pekín y Brasil se disponen a liderar el movimiento de países en vías de desarrollo.
24 de mayo de 2004.
Pekín, (EFE).- Brasil y China acordaron hoy reforzar su "asociación estratégica", cuya sólida base de consonancia política y ambiciosos objetivos económicos es paradigma de la colaboración Sur-Sur entre países en vías de desarrollo.
Durante una reunión mantenida hoy en Pekín, el presidente brasileño, Luiz Ignácio Lula da Silva, y el jefe de Estado chino, Hu Jintao, auguraron el refuerzo de sus relaciones en base a cuatro principios que incluyen la confianza mutua, el del intercambio comercial, la cooperación internacional y el contacto entre las sociedades civiles.
Los mandatarios defendieron la necesaria "democratización de las relaciones internacionales y de un sistema internacional multipolar como factores para afrontar las amenazas y desafíos globales y regionales".
Ya sea en lo comercial, dentro de la Organización Mundial del Comercio, o en la reforma de las Naciones Unidas, el sistema global "debe volverse más democrático y representativo", según un comunicado conjunto firmado por ambos jefes de Estado al término de su reunión.
Pekín y Brasil se disponen a liderar el movimiento de países en vías de desarrollo, "algo que ya está ocurriendo por ejemplo en el marco de la Organización Mundial del Comercio, con el G-20", declaró el ministro de Asuntos Exteriores brasileño, Celso Amorim.
Amorim señaló que el incremento de intercambios bilaterales y la consonancia en muchos temas de política internacional "son muestra de la colaboración entre los dos gigantes en vías de desarrollo de Asia y América Latina".
"China considera a Brasil el país mayor y más importante en vías de desarrollo en el hemisferio occidental", declaró Liu Jianchao, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, quien defendió mayor "implicación y coordinación en asuntos internacionales", como las Naciones Unidas.
Liu agregó que el gobierno chino "espera cuadruplicar los intercambios comerciales con Brasil en los próximos años", al recalcar el "gran potencial de complementariedad" entre Brasil y China, cuyo volumen comercial aumentó en un 63 por ciento el año pasado hasta alcanzar 6.680 millones de dólares.
Diez acuerdos gubernamentales, entre ellos un Comunicado Conjunto, fueron rubricados hoy en presencia de Lula y Hu Jintao, para plasmar en actos concretos la redoblada colaboración, coincidiendo con el 30 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas.
Ministros de ambas partes firmaron acuerdos y memorandos de entendimiento en materia de colaboración comercial, sanidad, asuntos consulares, ciencia y tecnología, agricultura y alimentación y deporte.
"Nuestra vibrante colaboración en tecnología de satélites es un ejemplo claro de cooperación Sur-Sur", opinó el portavoz chino, quien resaltó también la fabricación conjunta de aviones y otros proyectos de alta tecnología llevados a cabo por empresas con el apoyo de ambos gobiernos.
"Es esencial que los gobiernos mantengan una fuerte confianza mutua, que es la base para todo lo demás", opinó Celso Amorim, al recalcar que también los intercambios entre las sociedades civiles ayudan a cimentar el conocimiento mutuo, y anunció que China y Brasil firmarán pronto un acuerdo para que turistas chinos puedan disfrutar del país latinoamericano.
Amorim agregó que Brasil "va a considerar de forma positiva" la solicitud china de ser reconocida como "economía de mercado", algo que Pekín considera como un "sello de buena conducta" con sus importantes socios comerciales.
En lo político, Brasil reiteró a China su adhesión al principio de "una sola China" (a la que pertenece Taiwán) y rechazó la "utilización política" y el doble rasero de los derechos humanos en foros internacionales, en una crítica velada a Estados Unidos.
Lula y Hu Jintao pasaron revista a las tropas de los tres ejércitos chinos en la plaza de Tiananmen, y posteriormente celebraron un banquete para concluir la minicumbre bilateral de hoy, plato político fuerte en el viaje oficial del presidente brasileño a China.
Mañana, Lula inaugurará el primer centro de estudios brasileños en China, en la prestigiosa Universidad de Pekín, y dará un discurso sobre las relaciones sino-brasileñas, antes de visitar una exposición de arte de la Amazonía en la Ciudad Prohibida, residencia de los emperadores chinos hasta 1911.
Por la tarde, el presidente viajará a Shangai, capital financiera y de negocios del país, donde participará en un seminario empresarial igual al que hoy concluyó en Pekín con la firma de 14 acuerdos de inversión y comercio.
Lula también participará en el Foro del Banco Mundial contra la Pobreza.
