AP
BAGDAD, IRAK.- Atacantes emboscaron ayer a un convoy de británicos y mataron al menos a dos personas, según autoridades y testigos.
En otro episodio, atacaron a soldados estadounidenses en el santuario shiita de Nayaf, en una acción que pondría en riesgo una tregua en la zona.
Dos soldados estadounidenses resultaron heridos en los combates en Nayaf, dijeron los militares. Los combates estallaron ayer por la noche en Nayaf, ciudad vecina de Kufa y milicianos shiitas acusaron a los estadounidenses de dispararles cerca de la mezquita principal, dañando la muralla de protección.
En Kufa, se produjo un “intenso combate”, la noche del sábado cuando los soldados trataron de asegurar la estación policial. Soldados entrevistados afirmaron que fue el mayor enfrentamiento en el área en las últimas semanas.
El ataque contra el convoy británico en el distrito Shoala de Bagdad se produjo cuando cuatro vehículos deportivos se dirigían al centro de la ciudad. Hombres que se aproximaban en un vehículo les dispararon y entonces tres de los vehículos perdieron el control y se salieron de la carretera para chocar contra las barricadas.
Grupos de jóvenes iraquíes bailaban jubilosos mientras se rescataba un cuerpo ensangrentado del asiento del conductor del vehículo. Otros se robaron las llantas e incendiaron dos de los vehículos.
Testigos dieron versiones contrarias del ataque. Un policía y varios testigos dijeron que los atacantes saltaron de sus vehículos y arrastraron a cinco o seis personas “de apariencia occidental” y se alejaron con ellos.
Sin embargo, otros testigos, Jalid Zaalan, de 22 años y Qays Hussein, de 15, dijeron que hubo un tiroteo y hombres occidentales armados saltaron de sus vehículos deportivos destruidos, detuvieron a un vehículo que pasaba a punta de pistola y escaparon.
En Londres, la cancillería británica dijo que cuatro de sus ciudadanos y un iraquí emergieron de los vehículos, detuvieron un automóvil y huyeron en él. Sólo el iraquí resultó herido, según el comunicado.
El portavoz de la cancillería desmintió los rumores sobre los secuestros de hombres de “apariencia occidental”.
Un informe preliminar de la primera División de Caballería, responsable de la seguridad de Bagdad, dijo que en el ataque un guardia de seguridad murió y otro resultó herido.
Una familia de tres miembros fue atrapada en el tiroteo, según dijo el doctor Mazhar Abdullah en un hospital cercano Al Sadr. El esposo murió y su esposa embarazada de seis meses resultó herida de gravedad, dijo el médico.
Los combates entre soldados estadounidenses con seguidores del clérigo extremista Muqtada al Sadr se registraron un día después que el gobernador de Nayaf, designado por Estados Unidos, acusó a Al Sadr de violar un pacto para cesar los combates. Un iraquí murió y cuatro fueron heridos, dijeron funcionarios de un hospital.
Horas más tarde, una explosión estremeció el centro de la ciudad. Una nube de humo negro se elevó de un sitio cercano a la Plaza de la Revolución de 1920, que conmemora la insurrección de los shiitas contra el dominio británico. De inmediato se escucharon disparos y dos personas que huían del sitio fueron heridas.
Atesora Bush Pistola de Saddam
La pistola que tenía Saddam Hussein cuando lo capturaron reposa ahora en una de las oficinas de la Casa Blanca, un arma que el presidente George W. Bush guarda como un trofeo.
Los soldados estadounidenses que capturaron al ex dictador en un zulo le ofrecieron el arma a Bush como regalo, dijo ayer la Casa Blanca. El Mandatario guarda la pistola en un pequeño estudio cercano a la Oficina Oval.
El mayor general Raymond Odierno, comandante de la cuarta División de Infantería, dijo que Saddam tenía la pistola cargada pero que no la utilizó contra los soldados que lo sorprendieron oculto el 13 de diciembre en un hueco cerca de su ciudad natal de Tikrit.
La división de Odierno dio con el ex líder iraquí tras siete meses de búsqueda.
ÍNDICE DE BAJAS
Los soldados de Estados Unidos acantonados en Irak murieron en mayo a un promedio de dos o más por día y la cifra combinada de muertos para abril y mayo superó los 200, dijeron cifras del Pentágono.
En cuanto a la Guardia Nacional y la Reserva, cuyos soldados revistan a tiempo parcial en las fuerzas armadas y que constituyen una tercera parte de los 135 mil efectivos en Irak, esas unidades militares parecen las más afectadas por la creciente resistencia iraquí.
Por lo menos 22 “soldados ciudadanos” (expresión utilizada para diferenciarlos de los soldados profesionales) murieron en mayo en Irak, casi una tercera parte de las bajas totales estadounidenses. En porcentaje es casi el doble de las bajas registradas en la mayoría de los meses previos a partir de la invasión. Eso indica que la Guardia Nacional y la Reserva están asumiendo una carga cada vez mayor en los combates.
El artefacto bélico que sigue causando más bajas, un año después que el presidente George W. Bush declaró el fin de los principales operativos de combate, es la bomba de fabricación casera detonada al paso de vehículos militares. En lo que va del mes, esas bombas han matado a por lo menos 19 soldados, siete de la Guardia Nacional.
