En una reunión de amigos comentábamos sobre lo deteriorado que se encuentra el pavimento de nuestra ciudad, en el cual todos coincidimos en lo siguiente: Uno dijo, yo llevé mi coche arreglar de la cremallera, otro yo a que le instalaran amortiguadores, yo las rótulas, guardapolvos, barra estabilizadora, soportes, balanceo, alineación, etc. En sí todo lo relacionado a la suspensión de un vehículo automotriz. Claro con las siguientes consecuencias que afectó los bolsillos de cada uno. Continuando con la plática uno a uno decíamos. ¿Dónde están las autoridades? Si supuestamente la actual administración, tiene como eslogan ?vive el cambio?. Y todos nos preguntamos, ¿cuál cambio? Será esto a lo que se refiere, ya que tanto avenidas, vías rápidas, bulevares, calzadas y calles, se encuentran en mal estado, por la mala calidad de los materiales que se utilizan en la pavimentación. Sin hablar de los bordos que no cuentan con alguna señal. Más bien pareciera, como si hace muchos años no se les diera mantenimiento. Si no estimado lector automovilista, piense si no comulga conmigo en este concepto. Pues cuántas veces no va usted al igual que yo tranquilamente manejando nuestro vehículo, rumbo a cualquier lado y sin querer en nuestro trayecto pasamos por lo menos diez hoyos. Tal vez por eso tanto mis amigos y este servidor tratamos el tema ampliamente, mismo que cuando usted esté leyendo esta columna, probablemente sea uno más, de los que sacrificaron su bolsillo para arreglar su vehículo de la suspensión. Por la poca preocupación que existe por parte de la autoridad que compete este problema, que aqueja tanto a usted, como a mí y a cientos de automovilistas.
¡Por favor pon atención al siguiente escrito, que va dirigido a las mujeres! Mujer sigue siendo así y no cambies. Porque sabes que la libertad no consiste en salir por las noches, tomar y no darte a respetar; porque sabes que no necesitas ejecutar actos de libertinaje para llamar la atención. Ya que tu pureza, inocencia y fineza, podrían cambiar tu personalidad. Y que no debes cambiar sólo porque el mundo lo está haciendo, desgraciadamente esos cambios están en contra de la moral y no conducen a nada bueno. Porque sabes que la fidelidad no es una simple palabra, sino un valor digno de los humanos que si no se cumple, rompe el alma y hace caer miles de lágrimas. Porque eres tierna, cariñosa, femenina y espontánea. Ya que tus ojos reflejan pureza y tu esencia te acompaña en los momentos más tristes y más felices; porque tu inteligencia te hace actuar con prudencia ante la gente, porque sabes que la belleza interior importa más que la exterior, porque siempre has sido buena hija, hermana y amiga; ya que tus valores morales están por encima de los materiales y te preocupas por ser tú misma y no por el qué dirán.
¡Benditas mujeres! Las mujeres tienen fuerzas que asombran a los hombres. Ellas cargan niños, penas y cosas pesadas. Sin embargo ellas tienen espacio para la felicidad, el amor y la alegría. Ellas gritan, cantan, ríen y lloran cuando están contentas o cuando están nerviosas. Las mujeres esperan una llamada por teléfono de su hombre, avisando que llegó sano y diciendo que la extraña. Las mujeres tienen cualidades especiales, se ofrecen para las causas buenas, son voluntarias en hospitales, llevan comida a los necesitados. Ellas trabajan como niñeras, amas de casa, abogadas y solucionan disputas entre niños. Usan todo tipo de trajes, uniformes y minifaldas. El corazón de una mujer es lo que hace girar al mundo. Todo lo que ellas quieren es un abrazo, un beso, una caricia. Las mujeres tienen mucho que decir y mucho para dar, la belleza de la mujer no está en la ropa que lleve, la figura que tenga o la forma en que se peine. La belleza de una mujer debe verse en sus ojos a través de ellos, porque es la puerta de su corazón, el lugar donde el amor reside, también se refleja en su alma. Es el amor cuidado que ella le da a la pasión, para estar con el hombre que ama, a quien se entrega inocentemente. Es el cariño que ella le da a su amado cuando él no se siente bien, o las palabras de ánimo en sus días grises. La belleza de una mujer con el paso de los años crece hasta el infinito. ?Reflexión?. La edad no influye para dejar de querer o menospreciar al ser querido. ?Seguimos presentes?.