¡El verdadero amor...! A nadie le gusta la soledad sólo que si no sabes lo que es el verdadero amor, puedes terminar en una situación cargada de angustias y de miserias. Muchas parejas que iniciaron una relación, que se ilusionaron y se casaron, al cabo de algún tiempo terminaron quedando solas. Es increíble ver cómo al principio de esa relación esas personas no soportaban estar lejos de su amorcito, ¿pero qué pasó? Al cabo de algunos años de convivencia, ya no soportaron estar cerca de su pareja, la cual escogieron para compartir las alegrías, las penas, la salud y la enfermedad... ¿Qué fue lo que sucedió...? Las ideas que se tienen en mente sobre el amor, a veces nos guían por senderos equivocados. Fíjate bien, escucha las canciones que tratan el tema del amor por la radio, luego intenta reproducir lo que escuchaste, caerás en cuenta de una gran verdad: El amor no se monta sobre un mundo de fantasías y quienes lo hacen fracasan en el proyecto de amar. Ahora, si deseas saber lo que es el verdadero amor, debes comenzar por definirlo: El amor es una decisión que busca el bien de la persona amada, esa decisión que se mantiene con voluntad, pura y verdadera y que no depende de los sentimientos, ¿y sabes por qué? Porque los sentimientos no son para siempre. La alegría, la pena, la euforia, el coraje y la tristeza son ejemplos de sentimientos. Nadie está siempre alegre, ni triste. Los sentimientos son emociones pasajeras y el amor está llamado a la eternidad... pero eso es sólo decisión tuya. Tú amas a tu pareja cuando independientemente de cómo te puedes sentir, buscas las cosas que le hacen bien y hay que partir de una base de madurez muy sólida. Míralo así. En la relación de una pareja debe existir la razón y al lado el corazón, (razón corazón). En la vida real los sentimientos sólo van de paso, porque al final de toda relación, ésta termina en nada. Tal vez el novelista o el mercader del sexo te podrán decir que llegar a la cama es llegar a la expresión máxima del amor. Pero eso no es cierto, porque quienes desnudan el cuerpo sin desnudar el alma, descienden de la relación de pareja, al nivel de los animales... Cuerpos que se sienten atraídos por el físico, tanto el hombre como la mujer, aún sabiendo que existe el riesgo de contraer una enfermedad mortal o un embarazo no deseado.
Esa fuerza se llama deseo. El deseo nace y muere con el cuerpo físico. El amor en cambio nace del alma y se fija más en las virtudes espirituales de la persona (bondad, altruismo, simpatía, humildad, etc.), porque cuando hay realmente amor el deseo se mantiene vivo, y si no hay amor, el deseo muere debido a que el atractivo sexual, por más fuerte que sea, se pierde. Las razones de esa pérdida son tres: Según las hojas del calendario éstas se van cayendo, las arrugas en la piel de van levantando. Recuerda que el gusto se pierde, y que todas las noches el mismo plato en la cama cansa (si no hay amor). Cesa la locura de los primeros días debido a que el cuerpo balancea el desequilibrio hormonal que provocó el enamoramiento, ¡y la verdad qué divino estar enamorado! Los que creen estar enamorados lo expresan así: ?Desde que estoy con esa persona, veo todo lindo, estoy tan ilusionado(a)...? y dicen, una ilusión es una percepción falsa de la realidad. En otras palabras, el enamoramiento nos pone en un estado de locura temporal, nos ciega y cuando abrimos los ojos (al primer año o a los dos o quizás más años del primer contacto sexual) ya es demasiado tarde... ya están casados. Y dicho sea de paso, el matrimonio no le da la felicidad a nadie. El matrimonio lo que te da es una base para que continúes creciendo con el proyecto de amar a tu pareja. Si lo asumes desde la verdad, verás que el matrimonio se convierte en la institución que más felicidad le puede otorgar a la pareja. Si lo asumes desde esquemas falsos, te verás divorciado(a) y a tus hijos, pagando las consecuencias de tus decisiones. Qué pena, usaron las caricias como gasolina para apagar el fuego de la pasión y terminaron quemándose...
Desde este día me inicio con esta nueva columna la cual he titulado Seguimos Presentes. la cual contiene el mismo tipo de escrito, como son anécdotas, reflexiones. Hechos de la vida real y por qué no decirlo hasta de nuestra propia vida.