Ejemplo| Abel Valadez Mesta dedica 50 años de su vida a la enseñanza
EL SIGLO DE TORREÓN
El profesor fue el principal promotor de la Escuela Secundaria Nocturna para Trabajadores
TORREÓN, COAH.- El profesor se sienta, se pone de pie, se vuelve a sentar. Se talla los ojos unos momentos, que están al borde de las lágrimas. Hace una pausa. Su rostro, colorado totalmente, recobra un poco su tono habitual y finalmente dice: ?es mucha cosa... no sé qué se pueda decir?.
A sus 91 años, Abel Valadez Mesta, quien dedicara cinco décadas de su vida a la enseñanza y fuera el principal promotor de la Escuela Secundaria Nocturna para Trabajadores, siente que la vida simplemente no podría darle más, pues además de la admiración y respeto de cientos de alumnos y una presea de Ciudadano Distinguido, ahora una plaza pública ubicada en la colonia Las Margaritas de este municipio, llevará su nombre.
?Viera qué muchachos, excelentes todos, con muchísimas ganas de aprender, con ganas de llegar a más en la vida, con todo el potencial para llegar a más?, cuenta el profesor y sus ojos se llenan de lágrimas, ?los recuerdo a todos, son los que andan con eso de poner mi nombre en una placa?.
Con humildad, el profesor Abel no admite haber sido el fundador de la Escuela Secundaria Nocturna para Trabajadores, que fuera recinto escolar para miles de jóvenes laguneros que habían terminado la educación básica pero no contaban con los recursos económicos para continuar sus estudios.
?Yo no pude haberlo hecho solo?, manifiesta, ?entre más lo pienso menos creo que yo haya tenido esta gracia, no, Dios lo hizo, yo fui un medio para sus fines, pero él fue el autor de toda la obra?.
Todo se remonta a cuando Abel Valadez terminó de estudiar la primaria. De familia humilde, no pudo continuar en la Escuela Comercial ni otras donde cobraban, además de que se vio obligado a buscar trabajo de inmediato para contribuir a la economía familiar.
Encontró una oportunidad en una botica, donde barría y llenaba frasquitos de aceite que sacaba de unas latas, pero cuyo contenido siempre le resultó desconocido, que gozaba de gran popularidad en ese entonces. Surtía también de medicinas a otras farmacias y eso era su vida hasta que recibió una llamada de su antiguo maestro, Manuel Martínez Álvarez, quien le consiguió una beca para que continuara sus estudios en Saltillo.
Dejó su empleo donde recibía un peso diario y se trasladó a la capital, ansioso de retomar su educación, pues confiesa que siempre disfrutó mucho aprender. A su regreso, se convirtió en profesor en la misma escuela donde cursó la primaria, Amado Nervo.
Luego de especializarse en Matemáticas, Física y Química, continuó dando clases en la primaria Venustiano Carranza y otras instituciones de la localidad, hasta que en una visita a la Ciudad de México, donde había secundarias vespertinas, tuvo la idea de llevar a la Comarca Lagunera una escuela nocturna para trabajadores que fuera gratuita.
En cuanto regresó de su viaje comenzó hacer llamadas a sus compañeros maestros para invitarlos a formar parte de este nuevo proyecto. Todos aceptaron. Les informó entonces que sería gratuito y no recibirían honorarios, pero ninguno se echó para atrás.
Pronto consiguió autorización verbal de los funcionarios de la Secretaría de Educación Pública (SEP) y comenzaron la formación del patronato, que era un requisito indispensable. Abel envió cartas a cuanta gente conocía y algunos a los que nunca había visto, pero podían interesarse.
Se llevó a cabo una reunión con todos los invitados y el entonces gerente del Baco Ejidal, Fermín Luna, fue electo presidente del patronato.
?Saliendo de ahí me pidió que le presentara el presupuesto de la escuela y durante los siguientes tres años nos estuvo cooperando para los sueldos?, explica el profesor Valadez, ?fue el impulsor de los primeros tres años, nos ayudó mucho?.
Ya había maestros, patronato, fechas de inscripción, pero aún no contaban con un edificio para la escuela.
?Hablé con Dolores Hernández García, le platiqué todo y me dijo ?ahí está la escuela? y nos prestó la Centenario?, comenta el profesor, ?iniciamos con 154 alumnos, tres grupos sobrecargados, de 50 y tantos muchachos, de Gómez Palacio y Lerdo, viera qué alumnos, qué entusiasmo, qué ganas tenían de ir, hicieron que todo valiera la pena?.
Más de 50 años después, el profesor Valadez retrocede entre sus recuerdos y no puede contener las lágrimas cuando afirma que los alumnos que tuvo en la Escuela Secundaria Nocturna para Trabajadores representan una satisfacción muy grande en su vida.
?Todo nos salió bien, ellos querían superarse y sólo necesitaban un empujoncito, todos son ahora grandes profesionistas, tienen familias?, señala, ?acudían a veces familias enteras a tomar las clases, de todos tengo recuerdos muy bonitos?.
Cuando la primera generación terminaba la secundaria, se enfrentaron al problema de la preparatoria, pero ya la primera escuela era conocida a nivel nacional, por lo que no tuvieron más obstáculos para que se realizara la continuación, con la intervención de Francisco Rodríguez, empresario de la localidad, quien consiguió un subsidio directamente del entonces presidente de la República, Adolfo Ruiz Cortines.
Sin embargo, el profesor Valadez destaca que a la preparatoria, ubicada en la colonia Jacarandas, entraron profesores rurales que armaron algunos líos, pues querían cambiar a un maestro.
?Yo me opuse y entonces quisieron también quitarme?, relata, ?fueron con la primera dama, ya en tiempos de Luis Echeverría, le dijeron que me quitara y ella sin preguntar nada más, les hizo caso, todos los días llamaba para ver si ya me habían quitado?.
El edificio donde fuera la Escuela Secundaria Nocturna para Trabajadores se encuentra en Torreón Jardín, sobre la calle Sicomoros, esquina con Tabachines. Ahora es una Técnica matutina. Abel considera que este cambio se dio por motivos económicos, pues los sueldos de un director de nocturna y de la Técnica varían considerablemente.
?La preparatoria también tomó otros rumbos, está allá por el río, pero también ya es otra cosa, han seguido otros caminos?, dice, ?es que las nocturnas están muy olvidadas?.
Abel Valadez reflexiona unos momentos, detiene su historia y comenta que sí fue un gran cambio para la Comarca Lagunera, admite que contribuyó a este cambio, pero rechaza que haya sido su proyecto, pues indica, ?no tuvimos obstáculos, todo salió muy bien, fue demasiado bien todo?.
De carácter sencillo, el profesor repite que se siente lleno de una gran satisfacción inmerecida. Calla nuevamente y cuenta que, en el ocaso de su vida, ve mucho realizado, pero insiste en que su salud ya no es la misma y confía en que Dios le llame en unos meses, después de todo, ?he llevado una vida plena?.
Luego de años de lectura, enseñanza y estudios, los ojos del profesor se sienten cansados, tiene derrames y ha perdido parte de la vista, al punto que recibe diariamente El Siglo de Torreón, pero sólo alcanza a distinguir los encabezados de ocho columnas, mientras que lo demás lo tiene que dejar a la imaginación o pedir a su hermana que le acompañe leyendo.
No deja de sonreír y platicar, las anécdotas fluyen una tras otra, desde los viajes que realizó en automóvil de Nueva York a Guatemala acompañado por su esposa, Aurora Espino del Castillo, a quien el cáncer le arrebatara hace cinco años, hasta las largas caminatas que lo llevan al café todas las mañanas, donde se encuentra con algún amigo de antaño.
Una plaza pública llevará su nombre, escrito en una placa para la posteridad, por el respeto y admiración que le guardan sus alumnos, a quienes todavía se encuentra y saluda orgulloso de lo que son ahora, de lo que han crecido como personas.
?He recibido muchas satisfacciones de ellos, no sé qué pensar?, agrega, ?lo hice porque lo sentí, me alegro de haberles ayudado?.
Su labor
El profesor, Abel Valadez Mesta, dedicó 51 años de su vida a la enseñanza.
-Impartió clases en trece primarias y secundarias.
-El 28 de septiembre de 1951 inauguró la Escuela Secundaria Federal Nocturna por Cooperación número 28 para Trabajadores.
-Inició la preparatoria del mismo nombre en 1954.
-Como director de la secundaria, instituyó la creación de aparatos científicos para conmemorar los desfiles del 20 de Noviembre, entre los que destacan un telescopio reflector de ocho pulgadas en montaje azimutal y con la latitud correspondiente a Torreón, una bobina Tesla que encendía lámparas fluorescentes fundidas sin necesidad de conectarse a alguna fuente eléctrica y una torre Eiffel, construida a escala, con una altura aproximada de 2.5 metros.
-Bajo su dirección, la Escuela Secundaria obtuvo varios campeonatos en torneos de oratoria regionales y estatales, un primero y segundo lugares en juegos florales del Estado y un segundo puesto en el Concurso Regional de Orfeones.
-En 1981, el profesor Valadez recibió la medalla Altamirano, por 50 años consecutivos de ejercicio magisterial.
-El presente Ayuntamiento le otorgó una presea de Ciudadano Distinguido y una plaza pública, ubicada en la colonia Las Margaritas, llevará su nombre.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón