En días pasados conocí por medio de las noticias el recorrido que llevará la antorcha olímpica, esa llama de fuego que se enciende en Atenas bajo una tradicional ceremonia y que de mano en mano recorre los continentes.
Esta llama es encendida mediante un espejo cóncavo, a manera de lupa, con los rayos del sol. Como los juegos olímpicos, este fuego, es símbolo de hermandad, de unión, de enaltecer las capacidades físicas, de convivencia y bienestar de todo el mundo.
De mano en mano esta llama recorrerá nuestro país, desgraciadamente no todas las regiones, sólo por algunas calles de nuestra capital, pero será llevada en alto por representantes de todos nosotros.
Para ello el Comité Olímpico Internacional en coordinación con el mexicano, convoca a organizaciones del país a que propongan hombres y mujeres que destaquen en el deporte y en acciones de ayuda a la humanidad para que empuñen esta antorcha olímpica en el paso por nuestro país.
Esta misión será de apenas unos cuantos metros, menos de un kilómetro, un pequeño instante de su vida, pero una gran satisfacción y orgullo para él o ella y para sus allegados. Sin embargo es también un compromiso de refrendar lo que ha realizado para tener esa distinción.
Cuando conocí de esta noticia para nuestro país, me puso a reflexionar si alguien de nuestra región, (aunque somos varias ciudades conurbadas, divididas por lo ?político?, tenemos una propia identidad), sería digna de recibir esta distinción, la oportunidad de cargar este fuego, de recibir y entregar, de formar parte de esta cadena de grandes personas. De refrendar, como lo dije antes, su compromiso por el que puede empuñar, de llevar en su mano, por un pequeño gran momento: las olimpiadas. Dicho de otra manera, llevar en su corazón, en su propia vida, más que en la mano, el sentido olímpico.
¿Cómo se lleva esta elección? Bueno, el Comité Olímpico Mexicano solicita a las empresas patrocinadoras, quiénes son las que aportan lo económico para que estos eventos se lleven a cabo, que propongan varias personas, presentando y justificando el motivo por el cual creen que los nominados. Posteriormente el Comité Olímpico Mexicano evalúa y selecciona a estas personas.
Me quedé pensando, ¿por qué no entre todos le damos una ayudadita a los patrocinadores proponiendo nosotros, el pueblo en general, a quiénes consideremos aptos?
A lo mejor no nos tomarían en cuenta, sin embargo podemos darnos el gusto de mencionar a alguien. De participar en reconocer a aquél o aquélla que es digna de llevar la llama olímpica.
Les propongo, amigos lectores, a que me envíen un correo electrónico y me mencionen a una persona que viva en la región (no necesariamente haya nacido aquí) y que por sus acciones fuera de su desempeño laboral, por ejemplo: no jugadores profesionales o políticos, pero sí pueden ser miembros de un club de servicio, que aporten algo a la comunidad, que se distingan por su calidad de Ser Humano. No es necesario que sea una persona allegada, familiar o que conozcan personalmente. Simplemente un Ser Humano al que tengamos que reconocerle lo que hace por otro Ser Humano.
Les pido que me envíen este correo con su nombre completo (de ser posible) y los motivos concretos por lo que ustedes lo nominan. Mi compromiso es, por medio de esta columna dar a conocer esas menciones. Que si no serán tomadas en cuenta para realmente tener en su mano la antorcha olímpica. Por lo menos llevarán la satisfacción de ser propuestos por ustedes lectores.
Cuántos de nosotros gastamos tiempo y dinero en ?nominar? a los concursantes de los reality show, por qué no dedicar un poco de tiempo en reconocer a un Ser Humano.
Mi correo electrónico: rmercado@avantel.net y para aquéllos que no cuentan con Internet pueden enviar un fax (no llamadas telefónicas) al 716-70-03.
