Roma, (EFE).- El cuadro "La última cena", de Giorgio Vasari, será restaurado en un proceso que los técnicos prevén difícil, debido a los años que ha permanecido cubierto por el fango que lo dañó durante la inundación que asoló Florencia en 1966.
La obra, pintada por Vasari (1511-1574) a mediados del siglo XVI y que representa una de las mayores interpretaciones manieristas del tema de la última cena de Cristo, permanece guardada en los depósitos del palacio Pitti florentino.
Expertos de esa ciudad italiana empezarán a revisar en detalle los daños y planear las fases de la restauración, entre las que se encuentra el complicado transporte de la pintura hasta un laboratorio.
El cuadro, con unas dimensiones de seis por 2,6 metros y dividido en varias escenas, fue objeto de una restauración de urgencia tras la riada de 1966, que afectó a la basílica de la Santa Croce, donde estaba entonces la obra.
Pero aquella restauración no terminó de limpiar el barro adherido, por lo que ahora se acometerá esta labor.
Giorgio Vasari empezó su carrera pictórica en 1524 en Florencia, donde fue influido por el manierismo florentino a través del pintor Andrea del Sarto (1486-1530).
Durante el decenio siguiente, ya residente en Roma, contactó con el circulo artístico del cardenal Alessandro Farnesio, de quien recibió apoyo para acometer sus primeros trabajos de consideración, como la serie decorativa del palacio de la Cancillería.
En 1560 regresó a Florencia, donde planificó la estructura del actual museo de los Uffizi, reestructuró y decoró el Palazzo Vecchio (actual Ayuntamiento) y fundó la academia de Dibujo en 1561 bajo la protección de Cosme I.
De vuelta a Roma y bajo el auspicio de los papas Pío V y Gregorio XIII, decoró la sala Regia del Vaticano