Un chileno enjuiciado por violencia familiar fue condenado por una jueza de la ciudad de Arica a cenar con su esposa y a mantener, durante la comida, un comportamiento romántico.
Asimismo, el hombre no podrá beber una gota de alcohol en el transcurso de la cena que, además, tendrá un tercer participante: un carabinero (policía militarizado) que vigilará el comportamiento del marido.
El fallo, considerado insólito por la prensa local, fue dictado por la jueza Carolina Araya contra el obrero Armando Leiva González, de 30 años, que el pasado 13 de diciembre fue llevado ante la Justicia por haber golpeado a su esposa mientras estaba completamente embriagado.
La mujer, de 29 años, resultó con una contusión ocular y lesiones en el muslo derecho y cuero cabelludo.
Durante el juicio oral a que fue sometido, el pasado día 18, Leiva González pidió públicas disculpas a su mujer, y de rodillas, prometió no volver a beber ni tampoco a golpearla.
Adicionalmente, la invitó a cenar, lo que fue aceptado por la jueza que, de inmediato, fijó la cena para el próximo 5 de marzo en un restaurante de la ciudad de Arica, situada a 2 mil 51 kilómetros al norte de Santiago.
