EFE
BERLÍN, ALEMANIA.- La muerte del presidente palestino, Yasser Arafat, abriría una “esperanza de paz” para Oriente Medio, opinó el embajador de Israel en Alemania, Simon Stein, en declaraciones a un programa de la televisión alemana.
“Arafat ha propiciado que en los territorios palestinos se impongan situaciones caóticas. Si se despidiera, habría al menos una posibilidad para una nueva dirección, más realista y creíble, y con coraje para emprender el camino del compromiso con nosotros”, afirmó Stein.
Según el embajador, un cambio en “las condiciones políticas actuales” implicaría también, por parte de Israel, reconsiderar la necesidad del muro de separación en zonas de los territorios palestinos.
“En cuanto las condiciones cambien, retiraremos de nuevo el muro”, afirmó.
Stein hizo estas afirmaciones anoche en el programa “Studio Friedman”, de la cadena privada N-24, y presentado por Michel Friedman, hasta hace un año vicepresidente del Consejo Central de los Judíos de Alemania, pero ahora moderador de televisión tras tener que dimitir por escándalos privados.
Mientras que en Cisjordania se señaló que el alejamiento de Yasser Arafat de los territorios palestinos ocupados era visto en Israel como el “fin de una etapa”, y en medios del Gobierno de Ariel Sharon la impresión era la de que su enfermedad “es irreversible”.
Una de las primeras consecuencias sería una revisión de la política de Sharon, quien hasta la fecha se negó sistemáticamente a negociar con el que considera “irrelevante rey de los terroristas”, quien fue ingresado en el hospital militar de Percy, a las afueras de París.
El ex ministro israelí Shlomo Ben Ami, uno de los últimos negociadores con representantes de Arafat, llamó al Gobierno de Israel a “elevarse en esta hora por encima de sus posiciones respecto a los palestinos” y moderarlas a fin de reanudar el estancado proceso de paz.
“Desde nuestro punto de vista, (Arafat) ha muerto políticamente, aunque no haya muerto físicamente”, según un oficial de los organismos de seguridad citado por el diario “Haaretz”.
Arafat se marchó cuando la opinión pública en Israel se encuentra bajo los efectos de un cambio quizá radical en las actitudes de Sharon respecto al pueblo palestino.
Contra viento y marea, y sin el apoyo de sus ahora “ex aliados” de la derecha nacionalista, Sharon logró hace una semana la aprobación en el Parlamento de su controvertido plan para evacuar la franja de Gaza y cuatro asentamientos judíos de Cisjordania.
Dos diputados de la oposición, Efraim Sné, del Partido Laborista, y Zehava Gal-On, del bloque pacifista Iájad, llamaron al primer ministro a “coordinar” la retirada de Gaza con los palestinos.
Tras el viaje de Arafat a la capital francesa, ese plan unilateral podría convertirse en una plataforma para reanudar las negociaciones bilaterales con los sucesores del “rais” palestino.