Radiografría | Muchos se ven obligados a emigrar
El 60.8 de la población se concentra en el áreal rural
EL SIGLO DE TORREÓN
FRANCISCO I. MADERO, COAH.- En este municipio la economía de los pobladores está basada principalmente en la agricultura, la mayor parte de la población son productores de la tierra. El 39.2 por ciento de la población se concentra en el área urbana, mientras que el 60.8 en el área rural.
La población del municipio durante 1995 fue de 47 mil 510 habitantes y de acuerdo con los resultados preliminares del Censo de Población y Vivienda 2000, efectuado por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), para el año de 2000 disminuyó a 46 mil 403 personas.
La principal causa de emigración por parte de los ciudadanos es la falta de empleos. Los maderenses se trasladan a Acuña, Ciudad Juárez o Laredo, en busca de más oportunidades para conseguir un trabajo y así mejorar su calidad de vida.
La mayor parte de la población cuenta con agua potable, según el último censo, un 93 por ciento recibía el servicio. Sin embargo, la situación difiere en cuanto a la pavimentación, pues sólo el 25 por ciento de los ciudadanos contaba con ello, al igual que con el drenaje.
La vigilancia por parte de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM) en los ejidos no es suficiente, según señalan los campesinos, que sienten que hay más presencia por parte de la Policía Ministerial que de los municipales.
En la cabecera municipal, los ciudadanos se dedican a la agricultura, el comercio o laboran en alguna maquiladora, mientras que en los ejidos la principal actividad es la producción de la tierra. Hay comunidades desarrolladas como Lequeitio, Santo Niño e Hidalgo, pues se ubican a menos de diez kilómetros del municipio y han recibido más apoyo por parte de los alcaldes, según denuncian pobladores de San José de la Niña y Vara Larga, cuyos accesos son escasos, además de que sus carreteras presentan múltiples baches.
La venta indiscriminada de alcohol es otro problema fuerte en estas comunidades, pues los comisariados ejidales son “comprables”, según comentan los campesinos, además de que no hay respeto por la Ley, pues nada impide que se distribuya la cerveza hasta altas horas de la noche y los domingos todo el día.
Las necesidades
Los ejidos de Francisco I. Madero no cuentan con pavimento, drenaje, ni servicio de recolección de basura por parte del Ayuntamiento, como en la cabecera, por lo que los pobladores queman los desperdicios o los arrojan en la periferia del lugar.
En Lequeitio, se encuentra el tiradero municipal, lo que ha generado graves inconformidades en la población, pues no se realizó un estudio ambiental previo para su ubicación, además de que constantemente se quema y se le prende fuego para “hacer más espacio”.
