AGENCIAS
COPENHAGUE, DINAMARCA.- El tratamiento del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (Sida), la lucha contra la malnutrición, la eliminación de barreras comerciales y combatir la malaria son, por este orden, los principales problemas medioambientales, acordaron ayer nueve prestigiosos economistas mundiales en la clausura de la conferencia “Copenhagen Consensus”.
Desde el pasado día 24, expertos internacionales en economía -entre ellos, los Premios Nobel Robert Fogel, Douglass C. North y Vernon L. Smith- han ordenado por importancia 38 posibles soluciones a diez de los principales problemas mundiales, bajo el supuesto de contar con un presupuesto adicional de 50 mil millones de dólares.
Los economistas han partido de la base de un amplio material presentado por 30 científicos de todo el mundo, pero han eliminado de la lista 21 soluciones atendiendo a la supuesta falta de información en temas como la educación, los conflictos políticos y la inestabilidad económica.
La lista -que coloca en los últimos puestos problemas como las emisiones de dióxido de carbono o el cumplimiento del acuerdo de Kyoto- destina 27 mil millones de dólares para controlar el Sida, lo que impediría que 28 millones de personas contrajeran la enfermedad.
A combatir la malnutrición mediante el suministro de nutrientes irían 12 mil millones de dólares, mientras que para el control de la malaria se dedicarían 13 mil millones.
“Esta conferencia ha impulsado un debate importante sobre la prioridad de los recursos mundiales, pero éste debe continuar y espero que los expertos, políticos y ciudadanos participen en una discusión necesaria”, señaló Bjoern Lomborg, director del Instituto de Análisis Medioambiental danés (IMV), promotor del simposio.
Entre los economistas presentes en “Copenhagen Consensus” se encuentran Jagdish N. Bhagwati (Universidad de Columbia), Bruno S. Frey (Universidad de Zurich), Justin Yifu Lin (Universidad de Hong Kong), Thomas C. Schelling (Universidad de Maryland) y Nancy L. Storkey (Universidad de Chicago).
En la inauguración de la conferencia -que pretende repetirse dentro de cuatro años-, el primer ministro danés, Anders Fogh Rasmussen, había mostrado su apoyo a la iniciativa, la primera de este tipo en todo el mundo, según Lomborg y se comprometió a llevar sus conclusiones a los foros internacionales.
Al inicio de la semana, Copenhague acogió otra conferencia sobre medio ambiente, denominada “Responsabilidad global”, promovida por ONGs danesas para abogar por un modelo opuesto al promovido por la anterior y que no sólo se base en criterios económicos.
A ella, asistieron el director ejecutivo del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), Klaus Topfer y la comisaria de Medio Ambiente de la UE, Margot Wallstroem, que defendieron resolver a la vez los problemas medioambientales y la pobreza, el desarrollo sostenible y respetar los acuerdos de Kyoto.