Se propone una edad mínima de 65 años para la jubilación, así como mayores aportaciones durante más tiempo.
EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- La Ley del ISSSTE (Instituto de Seguridad Social al Servicio de los Trabajadores del Estado) es el segundo paso a seguir en materia de reformas que debe impulsar el Gobierno de México, afirma José Luis Salas Lizaur, director de Consultores Asociados de México. Tras autorizarse los cambios recientes a la Ley del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y ver las movilizaciones que ello ha ocasionado a nivel nacional, el entrevistado comenta que esto es apenas un pequeño, pero un primer paso a los ajustes que el país requiere aplicar dentro del sistema de seguridad social.
El actuario de la Ciudad de México se reunió con miembros del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas de La Laguna, a quienes explicó cuál es la situación del actual sistema de seguridad social y las iniciativas de Ley que se están diseñando para ajustar al marco legal del ISSSTE en México.
Considera esta decisión es impostergable y que no debe pasar de noche en el próximo proceso ordinario de sesiones del Congreso de la Unión. Dentro de los señalamientos que se hacen es diseñar leyes más flexibles, pero que se adapten a los cambios económicos del país, sin llegar a las confrontaciones con los representantes sindicales de los trabajadores. Señala que no se debe dejar de lado el continuar con las negociaciones con el sindicato del Seguro Social, pero sobre todo el impulsar que los trabajadores del Gobierno contribuyan con más dinero, y más tiempo laboral para obtener una pensión digna, pero real a las condiciones del país.
De acuerdo al especialista el pasivo del Gobierno en todos las dependencias públicas a su cargo representa el 90 por ciento del Producto Interno Bruto Nacional, cantidad que es el doble de la deuda pública nacional. Sin dudarlo, refirió que dicho endeudamiento impactará en el crecimiento futuro del país, la atención y los servicios públicos a las clases más necesitadas en materia de salud e infraestructura. Por el momento, adelanta que ya se trabaja en una iniciativa de Ley para realizar cambios en el marco jurídico del ISSSTE, el cual es un primer paso para reducir el pasivo y se evite que continúe el adeudo en un crecimiento acelerado. Actualmente, la principal deuda pública en materia de pensiones lo reportan los trabajadores afiliados a esta Institución.
Desde su punto de vista, José Luis Salas considera que es elemental determinar una edad mínima de jubilación a los trabajadores del Instituto, el cual podría ser de 65 años al igual que se aplica para todos los ciudadanos. Se ejemplifica el caso de Brasil, país en donde se realizaron las igualaciones correspondientes en el sistema de seguridad social entre el sector público y el privado. “La viabilidad del ISSSTE y el IMSS se basa en que flexibilice su postura”.
Pongan la muestra
Para el actuario sería muy sano para todos y como muestra de voluntad política que el Gobierno realizará ajustes al sistema de pensiones de los presidentes, al igual que a los magistrados y directivos del sector financiero oficial -Nacional Financiera o Banco Nacional de Obras-. Aunque se reconoce que ello no representará grandes sumas de dinero, demostrará a la sociedad en su conjunto que hay voluntad para hacerlo. En cuanto al tema del IMSS, considera que su sindicato no tiene aún disposición para cumplir con los compromisos que ha ido adquiriendo.
Se hizo referencia que en 2003 se llegó a ciertos acuerdos entre las partes, pero llegado el momento de reflejarlos con cambios en el contrato colectivo no se logró el apoyo de su base y por ello no fueron aplicados. Se cita que el sindicato encomendó a una firma de Saltillo una propuesta de reforma para su contrato colectivo en materia de pensiones, la cual, asegura, era una buena propuesta, pero fueron incapaces los líderes de lograr el consenso de su base para aprobarla.
“El tema sí se politizó y estaba influido por otras representaciones sindicales y que de alguna manera han buscado la confrontación más que un consenso con los demás gremios”. A decir del actuario, lo anterior no cambia en mucho el panorama, por lo que insiste en seguir negociando con el sindicato del Seguro Social y busca concretar otras reformas de Ley en otras instituciones del Gobierno.
Dentro de la radiografía que muestra el IMSS en materia de pensiones es elevada el nivel de beneficios y una jubilación demasiado temprana, pero que no corresponde a la realidad de México. La edad para los empleados se retiren es de 28 años para hombres y de 27 para mujeres. Pero para el especialista el problema radica el no determinar una edad mínima y sólo basta con cumplir la antigüedad y retirarse de laborar a una edad muy temprana.
Asimismo considera que el panorama dentro del sistema de seguridad social en México es complicado. “Se tienen promesas muy elevadas, cuotas insuficientes de los trabajadores, lo cual en conjunto crean una inviabilidad financiera y una resistencia sindical al cambio”.
Modelo internacional
El actuario consideró que lo más recomendable para México es implementar el sistema denominado como tres pilares.
El primero de ellos contempla cubrir necesidades básicas de la población bajo el enfoque de sistema solidarios, en donde todos contribuyen, pero el beneficio esta topado –dos o más salarios mínimos-.
El segundo pilar es el de la capitalización, el cual es semejante al que opera con las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores).
Un tercero es el ahorro voluntario y las pensiones complementarias. Sobre este último punto, comentó que estas pensiones las establecen las empresas a favor de trabajadores como complemento a la seguridad social, sin embargo pocas empresas lo hacen por falta de demanda de parte de los empleados, dado que existe la idea equivocada que la seguridad social será un ingreso suficiente, pero no básico, en su jubilación. Actualmente en el país, sólo los grandes sindicatos de Petróleos Mexicanos, Comisión Federal de Electricidad y Telmex lo ofrecen, al igual que en el sector privado compañías como Bimbo, Cervecería Modelo y las instituciones bancarias. “Falta en México una cultura para el ahorro complementario para el retiro en seguridad social”, concluyó.
Lograr eficiencia
Para Moisés Camacho Mirazo, vicepresidente de la región norte de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra), las reformas que se están aplicando en el país, como la Ley del Seguro Social, tienen por objeto disminuir el gasto del Gobierno Federal, pero en mayor medida en hacer más eficientes las instituciones públicas para la sociedad mexicana.
El empresario lagunero declaró que todo cambio implica reacciones y por ello es natural que en algunos casos, tanto empresarios, trabajadores o sindicatos se sientan afectados. Sin embargo, dijo que el país no puede dejar de lado esta situación ante la fuerte competencia externa, la crisis que enfrenta México y el mundo. Comentó que las condiciones financieras del Gobierno son otras a las que se vivieron hace más de 50 ó 30 años, por lo que los recursos son limitados y no alcanza para hacer frente a los compromisos establecidos en pasadas administraciones. Robert Stefanic Mery, presidente de la Canacintra, delegación Torreón, declara que el sector privado quisiera que a todos los sindicatos de México sean revisados por igual. “Si no se convierten (los sindicatos) en una alianza del sector privado, entonces son un estorbo por definición”. Para el industrial sólo quedan dos caminos por seguir. El primero eliminar su estructura misma o -segundo- buscar hacerlos competitivos bajo esquemas que sí funcionen. De acuerdo a Robert Stefanic no es tanto que desaparezcan por sí mismos, sino únicamente la forma en que operan, ya que asegura no tener nada en contra de ellos, sino únicamente el sistema de cómo operan en el país.
