24 de febrero de 2004.
RABAT, Marruecos (AP).- El último recuento del terremoto, registrado en la madrugada de hoy en la provincia rifeña de Alhucemas, en el noreste de Marruecos, eleva a 564 los muertos y a unos 300 los heridos, según fuentes oficiales.
Al margen del recuento oficial, se teme que el número de víctimas se incremente en las próximas horas, cuando se contabilicen las víctimas registradas en pequeñas aldeas rurales de difícil acceso por carretera.
El mayor número de muertos se registró en Imzurem, una ciudad de unos 20.000 habitantes, situada a unos 10 kilómetros al sur de Alhucemas, donde hasta ahora han sido extraídos de los escombros 164 cadáveres y el lugar ha sido declarado ya zona catastrófica.
Un nuevo sismo de una magnitud de 3.9 grados en la escala de Richter fue registrado en Alhucemas, después de la varias réplicas de menor intensidad, entre ellas una de 4.1 grados en la escala de Richter, a las 11:04 GMT.
Otro nuevo sismo de una magnitud de 3.7 grados en la misma escala fue registrado hoy en la provincia de Nador, a unos 80 kilómetros de Alhucemas.
Los equipos de auxilio civiles y militares fueron enviados al lugar para ayudar a los sobrevivientes y buscar víctimas entre los escombros. Además, varios helicópteros cargados con material de ayuda y otros pertrechos fueron despachados a la zona afectada.
Los rescatistas dijeron tener dificultades para llegar a la zona afectada, situada al pie del macizo montañoso del Rif y que cuenta son un precario sistema de estrechas carreteras, muchas de ellas sin asfaltar.
Francia mantuvo preparados dos equipos de rescate, cada uno de 60 personas, con perros rastreadores y otros pertrechos. Además, cuenta con un equipo independiente de reconocimiento de cuatro especialistas en combatir incendios, dispuestos a partir en cuanto reciban la orden.
"El daño es enorme", dijo el médico Mekki Elhankouri, de la clínica Bades, en Alucemas, al canal 2 de la televisión francesa. "Hay edificios de tres plantas que se desplomaron y quedaron completamente aplastados".
El ex ministro de Derechos Humanos Mohammed Ziane, dijo que la mayor parte de las víctimas son mujeres, niños y ancianos.
"Es una verdadera tragedia", indicó Ziane, natural de Alucemas. "La mayor parte de los residentes que viven en la zona son mujeres, niños y ancianos. Los hombres se van a trabajar a Holanda y Alemania".